viernes, 1 de marzo de 2013

Entrevista con Alejandra Radano

“En el arte encuentro casas más habitables”



Por Charly Zárate

La cantante y actriz que ha transitado una exitosa carrera en el exterior, hace escala en Buenos Aires para presentar “Delirio Gaucho”, su nuevo espectáculo donde rescata versiones inexploradas de canciones con poéticas surrealistas y aires de campo.


Bajo la aceitada dirección de Fabián Luca, este binomio que deslumbró con “Danza maligna”, “Canciones degeneradas” y “Tango Reviü”, vuelve al ruedo con un repertorio que nos invita a viajar en el pasado con una estética singularmente futurista. Ellos dicen que una tarde de tormenta tropical decidieron elegir un “ramillete de melodías olvidadas” que antaño entonaron intérpretes como Imperio Argentina, Alady, Ada Falcón, Carmelita Aubert y Ginamaria Hidalgo, entro otros.
Podría decirse que “Delirio Gaucho – Canciones del interior” tiene su precedente, en cuanto a una arquitectura conceptual que sostiene ideas fragmentadas en un imaginario musical y teatral, en “La inhumana”, espectáculo que Radano presentó hace dos años, también en el Centro de la Cooperación.
Alejandra Radano debutó en 1990 en el “Drácula” de Pepe Cibrián. Luego, asumió roles principales en varios de los clásicos de la comedia musical americana, como “Cats”, “Beauty and the beast”, “Chicago” y “Cabaret”. En el Teatro General San Martín encarnó a Polly Peauchman en “La ópera de tres centavos” de Brecht & Weill.
De su trayectoria también se puede destacar que participó como invitada del Festival Internacional de Tango de París 2003. En la Ciudad Luz, trabajó bajo la dirección de Alfredo Arias en “Concha bonita”, “Relaciones tropicales”, “Divino amore”, “Tatuaje”, “Cabaret Brecht Tango Broadway” y “Tres tangos”. En Alemania, trabajó junto a Hanna Schygulla en la ópera de cámara “Tango mon amour”, del compositor Jorge Zulueta.
Hace pocos días concluyó sus participaciones especiales en el espectáculo músical "Babooshka", donde acompañaba en algunos temas a su amigo y compañero Carlos Casella, con quien ya habían compartido escenario en otras obras.
Una mañana lluviosa nos cruzó en un porteño bar de Boedo. Ella es amable, muy dulce al hablar y espontánea. A cara lavada se vislumbra una mujer de atractiva belleza. Cada respuesta esta hilvanada por su arte, allí anida con placer y cuesta correrala hacia otro lugar, ella asegura que "hay algo de la verdadera realidad que no le interesa".


"Mi formación es ecléctica"

CZ: ¿Cuándo surgió la idea de hacer "Delirio Gaucho"?

AR: Cuando se realizó el Festival Internacional del Tango en París, dos de las cantantes convocadas para ese proyecto habían quedado embarazadas, entonces me invitaron mí. Fue una sorpresa muy grande porque no soy cantante de tango, en realidad soy cantante de teatro musical. Allí me enfrenté por primera vez con el repertorio campero, compuse un tango con guitarras y mi voz hizo empatía con ese material. Le propuse a Fabián Luca que abordemos ese repertorio a través de mi personalidad; empezamos a juntar todo este material y así se armó el espectáculo.

CZ: ¿Fue complejo el proceso?

AR: Es bastante complicado el repertorio de canciones, porque ellas necesitan una maduración determinada. Si bien hemos estrenado la versión teatral en el Centro de la Cooperación, ya veníamos haciendo la versión recital en Clásica y Moderna y en el Festival Cervantino en Azul. Esto nos permitió recorrer el material y aprehenderlo con mayor solidez.

CZ: ¿Cuál fue el criterio de selección para las canciones?

AR: El surrealismo es el lazo que las une, pero luego se fue armando una genealogía natural entre las canciones. Todo tiene que ver con un hilo conductor bastante subterráneo, porque no se relacionan a través de una historia en común sino a través de otras cosas.

"Mi voz es mi vestimenta"

CZ: ¿Qué sabés del origen y destino de esas canciones cuasi desconocidas?

AR: Sinceramente investigué mucho sobre cada una de ellas. Por ejemplo, Carmelita AUbert tiene un solo disco editado por un sello español que se llama justamente El delirio, al igual que Alady (El Rey del Music Hall español), pero son canciones muy raras que nunca se las escuché a ningún otro intérprete. Los años ‘30 fueron épocas muy delirantes en cuanto a la producción, las letras y las performances.

CZ: ¿De dónde surge el título del espectáculo?

AR: Es un homenaje al tango homónimo de Alfredo Eusebio Gobbi, que fue un artista del varieté porteño, muy avanzado para la época y que abrevó en todos los estilos, viajó mucho y formó un famoso dueto cómico con su esposa. Ellos diseñaron una postal de nuestra identidad. Nosotros no somos “el tango”, sino una versión desmembrada y nos nutrimos de otros eslabones. Por eso Ramón Salina que es el bailarín folklórico del espectáculo, es como un pedazo de tierra, alguien puro que viene de tierra adentro. Parece salido de una pintura de Molina Campos. Todos esos detalles fueron construyendo el discurso interno de este proyecto.

CZ: ¿Hubo un delineamiento o concepto dramatúrgico?

AR: Puede ser, pero insisto que tiene que ver más con ese hilo que es bastante subterráneo y que tiene que ver con cosas que suceden en la mente. Es desde allí donde uno puede cambiar esa música y poner otra, eso tiene que ver con usar una idea interna de uno sobre las cosas.

CZ: ¿Cómo fue diseñada la puesta en escena?

AR: La trabajamos juntos con Fabián Luca, fue él quien planteó ese espacio escenográfico y a partir de ahí fuimos construyendo. De alguna manera el espectáculo es como una postal, y para mi tiene que ver más con la idea de un recital iluminado que con un espectáculo teatral.

CZ: ¿Cómo aparece mezclado lo extraterrestre?

AR: En parte, tiene que ver con la fantasía que se ha creado sobre La Pampa, pero también las canciones mismas nos fueron llevando a esos lugares. Si prestas real atención a las letras parecen escritas por extraterrestres. Todo lo que hicimos sale de las canciones, lo que nos proponía la música y lo que nos sugerían esas palabras.


"El surrealismo es el hilo conductor en Delirio Gaucho"
CZ: Me pareció fabuloso ese intermezzo con el monólogo de Juan Verdaguer…

AR: Es que de alguna manera se engarzó con la propuesta. Me gusta mucho cuando Verdaguer dice que "el humor tiene tres vertientes: el ridículo, la exageración y la suegra”, igualmente más allá de ser un homenaje este monólogo que rescatamos, reconozco que también fue una figura bastante misógina. Lo que el habla sobre las mujeres es bastante terrible. Sobre la suegra se han ocupado de escribir bastante. Yo solo hice una selección de sus chistes pero hay peores. Pero de alguna manera hay algo que se muestra en relación a ese gaucho que recreamos. Es que el gaucho como es una figura dominante y relega a la mujer. De allí surge también la idea de que la mujer que se revela es vista como un extraterrestre.

CZ: ¿Desde dónde te traspasa lo gauchesco?

AR: Las canciones son como textos teatrales. Uno actúa con la voz que es como una vestimenta que te pones. Desde ese lugar hago empatía y puedo aplicar mi voz al enfrentarme con este material.

CZ: Estar sosteniendo un espectáculo tan minucioso y detallista, donde todo esta sincronizado, requiere un nivel de exigencia muy alto, ¿cómo lo transitas en escena?

AR: Eso conlleva un entrenamiento que me gusta y que tiene que ver con el tipo de lenguaje de la danza, donde se destaca la precisión y pulcritud de los movimientos.

CZ: La estética es algo que te atrapa, ¿no?

AR: Para mi la estética es fundamental. Hay un lugar en el cual la real realidad no me interesa. En el arte encuentro casas más habitables.

    
"Tuve una infancia bucólica"

CZ: ¿Cómo fue tu formación?

AR: Fue bastante ecléctica. Siempre fui muy inquieta artísticamente, incluso hubo un momento en el que viví mucha angustia porque no sabía qué era lo que tenia que hacer ya que todo me gustaba. Ahora soy más ordenada y entiendo un poco más. Pero igual creo que este camino que elegí requiere que uno abreve en todas las disciplinas posibles.

CZ: ¿Cómo te vinculaste con Alfredo Arias?

AR: Cuando estaba haciendo “Drácula”, Pepe Cibrián me llevó a ver “Familia de artistas”, allí conocí la obra de Alfredo, donde estaban Iris Marga, Lía Jelín, Marilú Marini, Norma Pons entre otros. Pasaron diez años, hasta que Ricky Pashkus lo invitó a ver “Chicago”, y luego de eso Alfredo me invita adicionar para una comedia musical que montó en Paris. Fue una experiencia increíble y de gran aprendizaje lo que viví artísticamente a su lado y lo que seguiré aprendiendo. 

CZ: ¿Tiene algún otro proyecto juntos?

AR: Claro, en agosto estrenamos en en el mítico Teatro de Montparnase en París dos espectáculos, uno llamado “Cinelandia”, que esta basado en tres películas argentinas, y el otro “Hermanas Peralta”, donde comparto escenario con Sandra Guida como duetistas, haciendo un recorrido bastante ecléctico sobre el repertorio de dúos famosos.

CZ: Hace poco se cumplieron 20 años de aquel histórico estreno de “Drácula” en el Luna Park donde vos entrabas a esta profesión por la puerta grande a través del personaje de Ninette, ¿nos regalaría algún recuerdo de esa época?

AR: Me acuerdo de toda esa locura, de las audiciones y de que a todos los que estuvimos allí nos ha cambiado la vida totalmente. Tengo muy buenos recuerdos de Pepe, él es de la vieja escuela del teatro que te enseña la disciplina sobretodo. El momento que rescato siempre fue un día que estábamos con Pepe en el sector más alto de la popular del Luna Park y me dice “mira…”, estaba todo el estadio vacío, y fue una sensación absolutamente indescriptible presenciar esa inmensidad del lugar donde estábamos. Esa fue una foto de la ambición que él tenía y que luego se tradujo en algo palpable.

CZ: Delirio gaucho también es disco…

AR: Así es, he acariciado otro gran sueño. Este es mi primer disco como solista y allí están todas las canciones que interpreto en la obra. Fue un trabajo muy arduo realizado con Diego Vila, con quien comenzamos a vincularnos a partir de “La Opera de Tres Centavos”; él es un músico inmenso y una persona extraordinaria.

CZ: ¿Podrías definir tu imaginario artístico?

AR: El paisaje mental es lo que uno construyó de lo que pudo procesar del paisaje exterior. Tuve una infancia muy fabulosa y he construido a partir de allí. Vivía en una casa que tenía un jardín enorme lleno de arboles, plantas acuáticas, tréboles y violetas. Mi abuela tenía mesas por todo el patio llena de cactus exóticos y coloridos... En pascuas traían los corderos y los degollaban delante de nosotros y para mi era fabuloso ese mundo. Me veo corriendo detrás de las gallinas sin cabezas después que mi abuela se las cortaba... Tengo una anécdota de cuando tenía cuatro años y mi hermano dos, que nos ataban arriba de los pavos reales y hacíamos carreras montados en esas aves. Después de esa infancia bucólica... Delirio gaucho.

*****

DELIRIO GAUCHO
CANCIONES DEL INTERIOR



Intérprete: Alejandra Radano
Guitarras: Los primos Gabino: Nacho Cabello, Juan Pablo Esmoklew, Esteban Tibiruiz
Bailarín: Ramón Salina
Idea: Fabián Luca y Alejandro Radano
Ambientes y Música Incidental: Diego Vila
Fotografía: Eduardo Torres
Cover Art: Fabián Luca
Iluminación: Gonzalo Córdova y Fabián Luca
Escenografía/Vestuario/Dirección: Fábián Luca



# Todas las fotografías de la obra Delirio Gaucho corresponden a la artista Candela Krup. Los invitamos a recorrer más de su maravilloso arte entrando a su universo: http://candelakrup.blogspot.com.ar/

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