viernes, 29 de julio de 2011

Entrevista a Ana Yovino

UNA ANTIGONA DE LEY



Por Charly Zarate

Si hoy pensáramos en una actriz en la que puedan convivir todos los universos interiores de los clásicos más reconocidos, hay un nombre que se ha ido instalando a fuerza de trabajo, coherencia artística y potente talento: Ana Yovino.

A pocos días de haberse estrenado "Antigona Vélez", la acertada puesta teatral que Pompeyo Audivert realizó del libro de Leopoldo Marechal, esta pieza va en camino de posicionarse como un clásico diferente. Donde la tragedia griega toma identidad nacional. Y como lo identifica su director de antemano: “Antígona Vélez es nuestra Antígona, su rebelión y sus significados se acrecientan en lo argentino, es una fuerza colectiva y anti histórica, una fuerza débil, femenina, destinada a prevalecer".
La interpretación de Ana Yovino es, sin dudas, excelente. No hay marcas de fisuras tangibles en su composición. Sorprende visualmente el trabajo corporal, con evidentes reseñas de la danza butoh., entrenamiento físico realizado por Reih Volij, y que Yovino despliega con soltura y gran destreza. Sobre todo en una escena majestuosa y bella donde su cuerpo se arquea hacia atrás, de tal manera que su cabeza pareciera hundirse en la tierra, mientras no decae ni el ritmo ni su respiración para acompañar esos extensos parlamentos.
Hay un desplazamiento por ese puente, quizás metáfora de la frontera entre civilización y barbarie, por donde Antígona transita su penar, casi poseída por la tragedia que la azota esa noche. Su hermano ha sido asesinado y le niegan su entierro. Ella impone su propia ley y logra imponerse contra Facundo Galván (Villanueva Cosse) aunque esto le cueste su propia vida.
Yovino sostiene el relato de manera impecable, creando clímax intensos con su dúctil voz, que se expande por toda la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes, e invita a descender a hasta ese inframundo mágico, sobrenatural y oscuro que Marechal supo también llevarnos en su Adan Buenosayres.
DEL MITO SOFLICO A NUESTRA PAMPA

En la mitología griega, Antígona es hija de Edipo y Yocasta y es hermana de Ismene, Eteocles y Polinices. Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas) al exilio y, a su muerte, regresó a la ciudad. Sófocles se basó en este mito para escribir esta tragedia que representó por primera vez en 442 a.c. En Tebas, pasada una guerra cruenta, la joven Antígona quiere dar sepultura al cadáver de su hermano Polinices, general muerto en combate; pero el tirano Creonte considera a Polinices un traidor por haber vuelto las armas contra sus hermanos. Le niega, pues, las honras fúnebres. Al cuerpo insepulto de Polinices lo destrozarán buitres y perros, nunca será abrigado por la tierra, y jamás entrará en el reino de la luz y de la paz. Ese es el castigo horrendo.
Pero Antígona “tiene el corazón puesto en cosas ardientes, en deseos de desobediencia”. Allí está la semilla de la tragedia. Violando la prohibición, la muchacha asperja con vino el cuerpo del hermano, lo frota con fino polvo y lo soterra. Capturada, Creonte de nuevo castiga: la doncella morirá de hambre y sed en una cueva sellada en la montaña.
Cuentan los antiguos que Eva, la bíblica, tuvo dos hijos: Caín y Abel, y que celoso el primero del segundo le asesinó, golpeándole con la quijada de una bestia. En distintos pasajes de la Biblia se recoge el acto de enterrar a los difuntos como un acto de misericordia, y el ser privado de sepultura y dejado para pasto de animales como el castigo más grande y la infamia más notable (Salm. LXXVIII, 2). También recoge el Corán cómo le fue explicado a Caín el modo en que éste debía enterrar a su hermano.
Y esto es lo que se propone Antígona Vélez que, como la heroína de Sófocles, desobedece el mandato de Facundo Galván (Creonte): Antígona reconoce la acción innoble de su hermano, Ignacio Vélez (Polinices), y sabe que con su muerte ya ha sido castigado. No se opone a ella ni se rebela (“Ya tiene su castigo”, dice). No es contra la ley del hombre contra la que lucha, sino contra el edicto del hombre que afrenta a lo divino. Es esa “ley más vieja” la que Antígona quiere hacer respetar, la ley divina. Dice el Viejo, que conoció a Luis Vélez: “Leyes hay que nadie ha escrito en el papel, y que sin embargo mandan”, y, más adelante, el Coro de Hombres: “Es una ley antigua la que nos manda esconder abajo nuestra miseria”. Y Antígona a su hermana, Carmen, a la que el miedo impide actuar con y como ella: “La tierra lo esconde todo. Por eso Dios manda enterrar a los muertos, para que la tierra cubra y disimule tanta pena”.

TRES ANTIGONAS PARA UN MISMO CUERPO

Primero fue la puesta de Dora Milea sobre la adaptación de Jean Anouih (La Carbonera, 2004/5), luego dirigida por Carlos Ianni en “Fino polvo sobre toda piel”, del poeta peruano José Watanabe, donde recrea la tragedia de Sófocles en forma de unipersonal (Celcit 2006).

¿Qué tiene de diferente esta Antígona?

Lo diferente es el paisaje, está situada en la Pampa durante la época de la Conquista del desierto, en la estancia La Postrera, y allí esta Facundo Galván matando indios a lo loco y forjando lo que va a ser este país que está construido sobre tanta sangre. También aparecen los dos hermanos de ella, pero todo está teñido de una brujería muy campera, Marechal le da mucha intensidad a esa especie de personificación que hace de la noche, de la luna y esta la tragedia también imprimida pero con una identidad muy argentina.




¿Y el universo del personaje?

Mantiene lo mismo que plantea Sófocles en su tragedia, ella es la ley del deseo y Creonte es la ley del orden, de lo político que tiene que ser para que se construya algo, y ella sobrepasa esa ley a pesar de que sabe que va a morir. En esta versión, en particular, hay algo en ella bien diferente y es que es tomada por ciertas fuerzas sobrenaturales que le imponen llevar a cabo el entierro de su hermano a pesar que está prohibido. Parece que está ahí tomada por las brujas, entonces es una Antígona bastante sobrenatural y eso me gusta mucho. Y la distancia mucho de las anteriores, no tiene nada de naturalista, esta como medio poseída, por el llamado de su hermano y aparece como un grito de barro que pareciera llamarla, y ese costado me parece muy interesante.

¿Cómo llego la propuesta del director Pompeyo Audivert?

Me llamo, tuve una entrevista y allí mismo me dijo:”sos Antígona”. A mi Pompeyo como director me encanta, es una persona muy cálida y que genera unos climas de ensayo con mucha libertad sin la presión del miedo a equivocarse. Genera mucho espacio para la creación, él es un ser muy estimulante desde sus apreciaciones y desde el campo que abre.

¿Que logran poner en escena?

Hay un mundo que nos llevó todo un tiempo crear, y está allí arriba ensamblándose de manera potente. Un cruce de líneas entre una fuerza antigoneana que parece va cruzando los siglos y algo bien argentino: allí esta Antígona Vélez, y estamos muy contentos con el resultado.
Además de haberse convertido, quizás, en la actriz argentina que más ha revisitado con su cuerpo y su vos a ésta mítica heroína, Ana Yovino ha personificado a Ofelia en la puesta de “Hamlet” que Manuel Iedvabni monto en el Centro Cultural de la Cooperación; así como también a Estrella ( y luego también a Rosaura, en reemplazo de Muriel Santana) del clásico “La vida es sueño”, en la excelente versión de Calixto Bieito , que con tremendo éxito de público se presentó el año pasado en teatro General San Martín.
¿Cómo te planteas la elección de tus personajes para darle existencia teatral?

La verdad que nunca me plantee así las cosas, como “bueno a ver quiero hacer este personaje”, Hay personajes preciosos que me encantarían hacer como Blanche, de “Un tranvía llamado deseo”, Nina de “La gaviota” o el de “Quien le teme a Virginia Wolf”. Pero son ocurrencias más que planificación. Por el momento prefiero que la propuesta me sorprenda, hasta ahora los personajes que he hecho son lo que nunca soñé pero una vez que me los ofrecen son soñados para mí.

                              
Ficha técnico artística de ANTIGONA VELEZ

Autoría: Leopoldo Marechal
Actuan: Renata Aiello, Iván Balsa, Joselo Bella, Melina Benitez, Gabriela Blanco, Susana Brussa, Danae Cisneros, Pablo Clerici, Villanueva Cosse, Pablo De Nito, Eugenia Grillo, Daniel Kargieman, Fernando Khabie, Andrés Mangone, Mirko Mescia, Federica Presa, Gabriela Ram, Fernando Ritucci, Gustavo Saborido, Fabio "mosquito" Sancineto, Martín Scarfi, Tina Serrano, Ana Yovino, María Zubiri
Diseño de vestuario: Mini Zuccheri
Diseño de escenografía: Ana Audivert, Norberto Laino
Diseño de luces: Leandra Rodríguez
Música original: Carmen Baliero
Entrenamiento corporal: Rhea Volij
Asistencia de dirección: Silvina Rodriguez
Producción: David Hoyo
Dirección: Pompeyo Audivert

TEATRO NACIONAL CERVANTES

Libertad 815 – Capital Federal – Bs.As.
Teléfonos: 4816-4224
Domingo - 20:30 hs
 Jueves - 21:00 hs
Viernes y Sábado - 21:00 hs

domingo, 24 de julio de 2011

Entrevista a Alfonso Barón


Desmembrando el teatro off


Por Charly Zarate

Inauguramos este nuevo espacio desde la sección teatro donde cada semana intentaremos descubrir el universo creador de algún nuevo artista del circuito independiente, del teatro off y de las propuestas de autogestión. Para arrancar entrevistamos al actor, bailarín e interprete físico Alfonso Barón, quien forma parte de la obra "La idea Fija", de Pablo Rotemberg.

Tras largas noches de recorrido teatrero, caímos en la seducción de un apetecible culo que nos invitaba a espiar a través del orificio voyerista de "La idea fija", un sorprendente espectáculo de teatro-danza creado y montado por Pablo Rotemberg (dramaturgo y director teatral) en la sala El Porton de Sanchez,
Ya con su segunda temporada la obra fue seleccionada para representar a la Ciudad de Buenos Aires en la XXVI Fiesta Nacional del Teatro 2011 (San Juan, Argentina); participó en el XV Festival de Danza de Nuevas Tendencias (Mendoza, 2010); recibió cuatro Nominaciones para los Premios Teatros del Mundo (2010) y fue nominada en tres categorías de los Premios Trinidad Guevara (2011).
Allí descubrimos toda la plasticidad fisica y versatilidad actoral de un mendocino llamado Alfonso Barón, quien a sus 26 años y tras cinco de instalarse en Buenos Aires, se ha convertido en un referente del teatro fisco, sudando el alma en escena. Pero él viene de un terreno totalmente ajeno a las tablas del arte, el rugby.

¿Cómo se dio este cambio tan radical en tu vida?

Jugué rugby desde los diez años en el Mendoza Rugby Club, siempre me gustó trabajar el cuerpo y la actividad física. Un día caí en un taller de teatro que dirige Ernesto Suarez, un docente teatral muy importante de Mendoza. Luego me motive y empecé a estudiar la licenciatura de teatro en la Universidad de Cuyo. Así que tome la decisión de dejar el deporte, apasionado por lo que estaba descubriendo y se me abrió un mundo totalmente diferente.

¿Y ahí llego la danza?

Al poco tiempo vino la danza, me llamaron de un grupo llamado "El árbol danza teatro" de Vilma Rupulo, encargada del Festival de Nuevas Tendencias; y allí flasheé con el cuerpo al encontrarme con gente de estudio y formación.

¿Por qué decidiste venir a Buenos Aires?

Para seguir estudiando y porque considero que la verdadera movida cultural y artística esta acá. Mi plan A era el Teatro San Martin, adicione pero no quede, entonces active el plan B que fue el IUNA y allí sentí que ese sería mi lugar de pertenencia para el gran despegue. Fue un gran aprendizaje, sin dinero pero con tremenda riqueza creativa constante.

¿Y tuviste que recurrir a trabajos pseudo artísticos por cuestiones económicas?

(Risas). Ya sé por dónde venís, anduviste investigando veo. Y sí, me convocaron de Playboy, por la hermana de una ex novia, para hacer como veinte capítulos de la serie "Chicas Siderales". En la cual no tuve contacto con las bellas muchachas lamentablemente. Porque trabaje en croma, y todo era editado digitalmente, yo estaba en una nave espacial y mi personaje tenia lapsus oníricos sexuales lo cual me mantenía alejado de todo contacto terrenal. Fue una experiencia diferente a lo que hacía pero de la cual aprendí mucho de los tiempos de la tele.



¿Cuándo lo conociste a Pablo Rotemberg?

El primer contacto con Pablo fue como profesor de yoga en el IUNA. Luego hice la asistencia coreográfica con Gabriela Prado en "Excusas para el dolor", que gano el premio a la mejor coreografía para Teatro del Mundo, y Pablo fue a ver esa obra, nos empezamos a cruzar en el circuito, y el año pasado baile en el ciclo Ciudanza, donde él hacia una performance antes que yo. Me fue a ver y me conto que estaba ensayando una obra. Me entusiasmo cuando me la conto, pero yo estaba por irme de gira a Suecia. Al poco tiempo, se me cae la gira, lo llamo y a él justo se le había ido un bailarín. Todo cerro magníficamente.

¿Cómo direcciona tu trabajo Rotemberg?

El nivel de obsesión de Pablo es tremendo, estruja cada lugar al máximo, prueba y tira. Hay cosas que vos crees que están bárbaras, pero el viene lo prueba y luego lo descarta. Aunque te angustia al principio pronto descubrís que nada de eso fue en vano, porque él es muy minucioso, prolijo, obsesivo y tiene un mundo que a mí me interesa mucho. Es como oscuro pero plástico, muy relajado y tiene humor pero a la vez medio darki..

¿Qué significa “La idea fija” para vos”?

Esta obra me da mucha libertad en lo sexual y en la interpretación física que despliego en escena. Me gusta la fusión de lenguajes que plantea Pablo, y ese es mi camino. Lo quinético de la danza me aburre, amo el teatro por sobre todo y allí focalizo mi búsqueda artística.



¿Hay lugares reconocibles de tu personalidad en la obra?

Seguro. Yo soy muy sexual, escorpiano, y tengo mucho instinto. Así que fue muy fácil trabajar con un espectáculo tan desprejuiciado en ese sentido. Una obra perfecta que trabaja lo mecánico del sexo, el cuerpo, la soledad; cuestiones que me suelo plantear reiteradas veces.

¿En qué sentido?

De estar garchando con un montón de minas y de repente sentirte sólo, y luego querer buscar amor, pero cuando lo tenes queres volver a lo otro. Y la obra plantea un poco esa dualidad.

Es verdad, lo que decís me remite a una escena de la obra donde tu personaje, como si fuera un perrito mecánico por momentos se acerca al sexo, olfatea y luego se aleja…

Si, tal cual. Como muy animalesco, y yo tengo un poco que ver con eso instintivamente.

Se trabaja casi todo el tiempo con el cuerpo desnudo. ¿Hubo inseguridad con el resto del grupo?

Para nada. Pablo tuvo como un año de investigación acerca del lenguaje de los cuerpos. Yo arranque dos meses antes del estreno y ellos ya estaban muy interconectados. Al principio me manejaba como con mucho respeto, tipo pidiendo permisos para tocarlos, pero al segundo ensayo ya me dieron la libertad absoluta para actuar. Hoy está todo muy naturalizado.



Y has estado coreografiando varias obras…

Así es, estuve como coreógrafo en “Fugu”, de Maruja Bustamante quien me llamo para armar ese proyecto, todo el dispositivo escénico del espacio y la escenografía en relación con los cuerpos. Maruja que es una grossa y tan creativa me dio total libertad lo cual para mí fue un honor. A la vez me convocó Gabriel Gavilá para TEF (Teatro Expuesto Femenino), donde realice una experimentación física muy interesante con ocho mujeres. Y casi todos los viernes sigo coreografiando las Fiestas Plop, donde me llaman para armar las performance temáticas.

¿De qué se trata la obra “Los posibles” en la cual participaste?

Es una obra que hicimos en el Teatro Argentino de La Plata dirigida por Juan Onofri,, que trasgrede el circuito de la danza donde se integró a chicos de la calle de González Catán. Así se armó un grupo bautizado KM 29, porque es el punto de encuentro entre dos rutas de la zona donde suelen parar estos chicos. Un poco la idea era lleva el arte a otro contexto social, nosotros íbamos a entrenarlos al Centro del Día Casa Joven La Salle, que es el lugar que los contiene. Fue una experiencia increíble, entrar en su universo, sus códigos. Hay un par de directores que hace poco estuvieron en Cannes, que están filmando una película sobre este grupo, también Caterine Frank, una directora alemana realizo un documental registrando todo un año de laburo investigativo que tuvimos con KM29, y antes de fin de año volvemos a La Plata con más funciones.

Sos muy inquieto artísticamente. ¿Dónde ubicas mejor tu vocación, como director o intérprete?

Disfruto mucho de ser intérprete y me siento más pleno en el escenario que direccionando. Hace poco vino el Circu Solei, espectáculo que admiro profundamente y fui a cenar con los chicos del elenco; hablando con uno de ellos le pregunto “cuál es tu especialidad en el circo” y me dice “el palo chino” (que es una práctica circense super difícil), y él me pregunta a mi cual es mi especialidad aquí en Argentina, y yo le contesté que es hacer de todo.

¿El mandato familiar condiciono tu carrera?

Para nada. Siempre fui bastante rebelde, aunque el tema con mi viejo fue heavy al principio. El fomentó en mis hermanos y en mí el deporte, cada vez que terminaba un partido me esperaba con un Gatorede y me decía “recupérate hijo, hidrátate”, cuando yo deje de jugar al rugby para él fue tremendo, un golpe duro que le costó asumir. Siempre tuvo una mirada muy particular sobre el Arte, como de distancia, todo lo contrario a mi madre quien siempre me apoyo incondicionalmente. Hasta que con el tiempo fue aflojando, al ver mi entusiasmo y comprobar que el imaginario que tenía con respecto a la danza y el teatro no era tan nefasto como lo pensaba al principio.


¿Cómo te lo demostró?

Ahí iba con esto que te decía del Gatorade, porque hay una anécdota que siempre cuento. La primera vez que baile en el Teatro Independencia de Mendoza, con la obra “Karmine”, que también tenía mucho desgate físico, cuando termino, salgo y en el hall estaba toda la familia para saludarme y mi viejo como apartado de todos me estaba esperando con un Gatorede (se emociona), no me dijo ni una palabra solo me pego un abrazo que aún lo siento. Y entendí en ese gesto de amor tan simbólico que me daba su aprobación definitiva.

                   
Podes disfrutar a Alfonso Barón en:

LA IDEA FIJA
Teatro El Portón de Sánchez


Sánchez de Bustamante 1034
Teléfonos: 4863-2848
Entrada: $ 50,00
Sábados 21:00 hs

Los espectáculos en los que participo son:

Improvisa2 (Entrenador corporal)
Fugu (Coreógrafo)
T.E.F. (Teatro Expuesto Femnenino) (Entrenador corporal, Coreógrafo)
Los Posibles (Intérprete)
Línea scotch (Bailarin invitado)
Trabajo en desarrollo - Grupo km 29 (Intérprete, Video, Asistente)
La idea fija (Intérprete)
Una historia de agua…bailás? (Intérprete)
Boxes (o la carrera de tu vida) (Intérprete, Asistente coreográfica)
Paraísos Artificiales (Intérprete)
Grandes amigos (Actor, Coreógrafo)
La Sonrisa de los Siervos (Actor, Coreógrafo)
Kármine (Intérprete)



* Entrevista publicada por www.lavozjoven.com.ar el  30 de julio del 2011
 http://www.lavozjoven.com.ar/?q=contenido/desmembrando-el-teatro

lunes, 18 de julio de 2011

Entrevista a Martín Marcou


UN TEATRO DESDE LAS TRIPAS


Por Charly Zárate

No puede haber mejor lugar para entrevistar a un director teatral que en su ambiente de creación. La Casa Cruda, como la llaman a la sala de ensayo, es una casona antigua donde se respira arte y un misticismo parakulturalesco sobrevuela el espacio.
El dramaturgo, director y teatrista, Martín Marcou, nos invita entusiasmado a presenciar una de las últimas pasadas de su nueva obra, "Malicia" de inminente estreno el próximo mes, en el Teatro de la Comedia.
Quizás el adjetivo que mejor califique el estilo de dramaturgia de Martín Marcou sea el de "visceral". Su universo creativo no sabe de límites ni temáticas que no se anime a transitar: violencia doméstica, diversidad sexual, personajes bizarros, seres marginados u oprimidos del desamor. Este autor y director teatral santacruceño lleva, con apenas 32 años, una prolífica producción de obras estrenadas, las cuales no han dejado de participar en los más destacados festivales de teatro.
Así, puestas tan sugerentes como Brillosa, una variación sobre el imaginario de los seres inseguros; Desmesura vaginal, un encuentro coral entre mujeres de ovarios enfurecidos, estrujando sus trompas de Falopio frente al espectador; o Lame vulva, una indagación acerca de la violencia doméstica, sobre la que Marcou asegura que “en cuestiones teóricas, mis bienes gananciales nunca me son suficientes, pero lo poco o mucho que investigué están poetizados crudamente en esta propuesta. A través de esta pieza, me busco una vez más, me encuentro, me castigo y me salvo”.
En el 2006, creó algo así como su propio grupo de pertenencia, la compañía teatral bautizada Teatro Crudo, de cuya etapa surgió una de sus obras de culto y más celebradas, Tortita de Manteca(Ruidos turbios que se arrastran), en la que el abandono, las conflictividades de pareja y el amor están tratados desde la mirada lésbica. La sensibilidad femenina es, para Marcou, como una arcilla suave; la manipula con maestría, se divierte fragmentándola y logra prototipos muy identificables.
Inesperado, pero clásico, Teatro Crudo es un grupo a seguir: desde su creador, Martín Marcou, hasta sus intérpretes, pasando por cada uno de los rubros técnicos, se advierte una profesionalidad y, a su vez, una unidad y fidelidad fundamentales, que permiten soñar con un grupo de teatro argentino dispuesto a romper moldes y ser permeables al contexto nacional, pero sin perder las bases dramatúrgicas.
Charly Zarate:- ¿Cómo se revelo la génesis de lo teatral en tu vida?
Martín Marcou:- Fue absolutamente lúdico. Lo que potenció la idea de la representación de lo dramático, tuvo que ver con que me crié en un pueblo muy chiquito, llamado Comandante Luis Piedrabuena, donde hasta los doce años no conocimos la televisión. Entonces, tenía que apelar a la imaginación y utilizar los recursos que había, lo cual hizo que desarrolle en mí la necesidad de contar historias. Yo las escribía en mi cabeza, las armaba, dirigía y me hacía mi propia serie. Todo esto se fue plasmando en la escritura de diarios íntimos, los cuales ejercitaron mi dramaturgia y se trasformaron en un hábito que mantengo hasta ahora.
C.Z.:- ¿De qué manera catalogarías al público que ve tus obras?
M.M:- La diversidad de estímulos que ofrece el circuito teatral va forjando públicos muy disímiles. El mío sería aquel que busca lo experimental, lo diferente, un cambio en la verticalidad de sentido. Descreo absolutamente en la pasividad del público. Para ello, debemos fomentar no sólo la estimulación sensorial, sino la capacidad reflexiva en el otro. No me justa dejárselo servido en bandeja, sino que pensemos, conjuntamente, que el espectador no sólo complete la obra sino que la pueda resignificar.
C.Z.:- Largaste la segunda temporada de tu éxito Quiero pasar una tarde con Franco que el año pasado tuvo una gran repercusión en el teatro La Tertulia. ¿Es tu obra más gay?
M.M.:- Es cierto, pero desde una mirada despojada de la violencia y el ultraje sentimental que tenían mis anteriores obras. La historia es simple pero la complejizan los personajes: Valentino sufre un robo; Franco lo socorre; Valentino lo invita a merendar a modo de agradecimiento y, entonces, se enamoran. Pero la merienda puede caerte pesada cuando tu familia se vuelve impresentable. Siempre me interesó la vida doméstica de los otros, la alegría de vivir y las miserias celebradas, lo imprevisible y lo sufriente, lo que no se puede clasificar y lo desconcertante
C.Z.:- ¿Qué es Proyecto 34°S?
M.M.:- Es una organización independiente que produce festivales y eventos, con un enfoque sobre las artes escénicas contemporáneas, intercambio artístico activo y el contacto entre los diversos pueblos y culturas de África y Latinoamérica. Estas actividades tienen como objetivo fomentar relaciones creativas y el diálogo entre artistas y público, al igual que una apreciación artística, conciencia social y comprensión cultural.
C.Z.:- ¿Cuál es el objetivo de esta organización?
M.M.:- La visión a largo plazo de Proyecto 34ºS es establecer un festival bienal de teatro africano en Latinoamérica, siguiendo con la tradición del Festival de Teatro Sudafricano presentado en abril del 2009 en Buenos Aires, Argentina. Y establecer un festival equivalente de teatro latinoamericano en África. El proyecto tiene como objetivo fomentar el intercambio y la apreciación de la literatura dramática de ambos países; así como, reconocer y premiar la calidad, la originalidad y la diversidad cultural, valiéndose de la traducción para salvar la brecha del idioma, y promover activamente, asegurando el libre acceso electrónico a las obras seleccionadas por los lectores locales e internacionales.
C.Z.:- ¿Y con qué obra participaste?
M.M.:- Con una pieza aún sin estrenar, que se llama Te estaba esperando. El texto de la obra resultó uno de los cinco finalistas del Proyecto 34°S / teatro en traslación - Intercambio artístico: África - Latinoamérica. La obra será publicada en su versión traducida, en inglés, conjuntamente con las otras 4 obras argentinas finalistas, en un volumen que será distribuido en Sudáfrica. Proyecto 34°S fue nominado en la categoría 'Institución' por los Premios Teatro del Mundo, premios administrados por el Centro Cultural Ricardo Rojas y la Universidad de Buenos Aires. Esto significa un verdadero orgullo para mí y la posibilidad de abrirme en otras culturas para mostrar mi arte.
C.Z.:- ¿Qué historia narrás allí?
M.M.:- En la ciudad de San Jorge, provincia de Santa Fe, Argentina, existe la única fábrica del país donde se producen 400 mil bolitas de vidrio diarias, juguete preferido del protagonista de la historia. A kilómetros de esa ciudad, en una zona rural, vive El Nene junto a un padre ausente, una madrastra exigente y su media hermana con síndrome de Peter Pan. La obra comienza con una tragedia. Acaba de morir en un accidente La Nana, que hace años servía en la casa y hay que suplantarla.
Marcou es verborrágico y sarcástico en sus sentencias, de mirada profunda, guarda una humildad y una sencillez en su andar que revalidan su genio creador. Porque él ya no es una joven promesa del nuevo teatro independiente sino que se ha transformado en una marca registrada de un teatro que se expresa desde las tripas del propio ser.


* Entrevista publicada en www.lavozjoven.com.ar el 18 de julio del 2011



lunes, 4 de julio de 2011

Entrevista a Emiliano Dionisi


 Un universo teatral hecho carne

Por Charly Zárate

      Con tres obras en cartel, "Los invertidos", "Se alquila con una condición" y el unipersonal "Perderte otra vez", este año se ha convertido para el multifacético actor, autor y director teatral en su momento consagratorio. Y no estamos exagerando al calificarlo así, ya que sus pares lo reconocen, las criticas lo acompañan y lo más importante que el público lo aplaude. Porque Emiliano Dionisi es como esos "pequeños grandes genios"  que llevan la impronta artística en los genes, conformado con un eclectismo escénico incomparable, una sensibilidad sublime y dotado de un estilo sumamente original.

   A pesar de mantener, aún con sus 25 años, el physique du rol para componer al niño travieso, al adolescente pícaro o al hijo de cualquier familia que se preste, Dionisi se encuentra poniéndole el cuerpo a tres personajes con gran desafío interpretativo.

   En la multimediática obra del director español Diego Casado Rubio, "Se alquila con una condición" en  La Carbonera (Balcarce 998, sábados 21hs) se pone en la piel flamenca de Amador y lleva el conflicto a las entrañas de una familia disfuncional que conforman junto a las excelentes actrices que son Estela Garelli y Chela Cardalda.   Mientras se deshace de esta vestimenta, llega hasta la sala del Teatro El Extranjero (Valentin Gomez 3378, sábados 23hs) para dividir su actuación entre un joven estructurado y correcto, y un travesti del siglo pasado, en la clásica obra "Los invertidos", de Mariano Dossena.

   Pero hay un día de la semana que para Dionisi resulta ser clave y se transforma en su oasis artístico, y son los viernes cuando  se encienden las luces del enorme escenario que el teatro El Cubo (Zelaya 3053, viernes 20hs) le brinda; allí monta su gran espectáculo "Perderte otra vez", donde experimenta la fusión de diferentes lenguajes como la danza y la acrobacia al servicio de una exquisita comedia dramática que el solo juega en escena durante más de una hora.

   Dionisi no dice ni una sola palabra en "Perderte otra vez", pero paradójicamente allí lo expresa todo, como cuando el cine no hablaba y Buster Keaton o Charles Chaplin transmitían todos los registros establecidos para hacer reír o llorar. Así, la vieja música de los discos de pasta van creando el clímax de cada escena. Mientras que  la  mágica danza aérea  y la enorme capacidad histriónica que tiene Emiliano para transmitir son los ingredientes fundamentales que hacen de esta obra un espectáculo  estéticamente bello y  único en su género.


                                              Maravilloso cuadro en "Perderte otra vez"

     La historia que allí se  cuenta es la idea que  Dionisi nos presenta de antemano en el programa : Un hombre que espera. Espera a alguien que nunca va allegar. La historia de todos o la de nadie. ¿Qué hacemos mientras esperamos? ¿Hasta dónde nos puede arrastrar la imaginación sobre hechos que nunca sucederán?   Dónde lo real se fusiona con lo onírico, nuestro personaje no distingue lo que es realidad de lo que es sueño, como la Alicia de Lewis Carrol. Una ventana se abre inesperadamente y en medio una escena cotidiana podemos espiar la cabeza del protagonista. El irá de la alegría incontenible, pasando por la euforia y la impaciencia hasta la autodestrucción. La cita que nunca llega. Bailará, bailará hasta dejar de sentir dolor, su alma estará tan ocupada en los precisos y poderosos movimientos que su sí mismo quedará atrás, quizás para siempre.

 ¿ Como surgió la idea de poner en escena teatral esta  multiplicidad de  disciplinas ?

  Yo hace mucho que quería trabajar eso lenguajes. Venía trabajando como actor, pero a veces salía un evento y laburaba como acróbata (como en los festejos del Bicentenario que compartió  performance con la compañía Fuerza Bruta); o me convocaban como bailarín. Pero siempre había estudiado esas ramas para meterlas en el teatro, porque me parecen super expresivas al momento de contar. Así que desde el principio tenia claro que deseaba unificar esos lenguajes, porque creo que no están tan divididos como se cree.

¿ Porque el tópico de la espera?

  El año pasado me agarro un momento de depresión importante, ante esos altibajos que solemos transitar los actores ante la espera de que nos llamen por la audición o el casting que realizamos, y eso que esperaba no llegaba. De allí la idea de estar esperando a algo u alguien que no llega y  en consecuencia nuestra desesperación. Yo siempre fui de estar haciendo muchas cosas a la vez, y de no tener tiempo para nada. De golpe ese "parate" en mi carrera, me enfrento a la idea de tiempo desde otro lugar. Darme cuenta que cuando uno tiene más tiempo para uno es cuando más expuesto se encuentra a si mismo, y debe enfrentarse con sus fantasmas, con sus miedos.Entonces vi lo poderoso que es el tiempo, es como el mejor psicólogo y te obliga a pensar. Y desde allí comencé a trabajar el texto de  la obra.


Impaciencia dionisíaca en "Perderte otra vez"

¿ Cómo transitaste este proyecto desde la intimidad de tu texto hasta la explosión en escena?

  Escribí lA historia de este hombre que espera una cita que quizás nunca llegue a manera de cuento. Pensé quién puede dirigir esto y pronto se me cruzó el nombre de María Rosa Frega ( "La Suplente" en el Teatro Moliere -Balcarce 682- sábados 20:30 ), que es una actriz increíble. Ella nunca había dirigido pero tiene un sentido de la comicidad maravilloso y para mi era el marco perfecto. Me tire de caradura y aceptó. Y empezamos a ensayar las escenas los dos sólos, al principio no sabíamos bien por donde ír y luego  nos fuimos dando cuenta que no estábamos metiendo texto. La intuición de Rosa fue un gran aporte. Y todo se fue dando extraordinariamente, primero unas cuatros funciones  el año pasado en el Espacio Aguirre, para tantear al público y ver  que pasaba con un unipersonal  donde el personaje no habla en la casi hora y pico que dura la obra. Allí  conseguimos productor (Sebastian Ezcurra) y apareció la propuesta para hacerla en el teatro El Cubo. Pasamos de estar los miércoles a los viernes en un horario muy competitivo, pero nos va fantastico.

¿Supero lo que te habías imaginado?

Absolutamente. Hoy veo la maquinaría que funciona para sostener "Perderte otra vez" y aún no lo puedo creer. Me encanta que me exceda y poder saber que hay un grupo que me sostiene para que yo pueda estar allí arriba sólo pensando en disfrutar y  transmitir mi arte. Me siento muy apoyado por tener tres coreógrafos (Luciano Cejas, Florencia Bordolini y Emanuel Ortiz), una diseñadora acrobática (Gloria Villavicenncio), un diseñador de arte (Gabriel Espinosa) y una iluminación maravillosa (Claudio Del Bianco).

Si bien no hay palabras en escena, si hay mucha música que no solo acompaña al personaje sino que describe sus estadíos psicologicos. ¿ De que manera planteastes este recurso?

  Es la música que me gusta y a María Rosa también. Nosotros decimos que somos dos bichos de otra época . Entonces queríamos hacer algo atemporal. Empezamos a probar, al principio habían como treinta temas, y fuimos viendo cuales encajaban mejor para cada escenas.Algunas narran , como decís vos, lo que le va sucediendo y otras van como mas al clima en general. Y el tema de los discos le da un toque de melancolía que tiñe al personaje, algo que me involucra desde lo personal también. Yo tengo un hermoso tocadiscos en casa y adoro esa belle époque.

¿Qué podes percibir  de lo que pasa con el público?

  La gente participa mucho en la obra,  especialmente desde la reacción. En todos los espectáculos el espectador es un actor más, y uno tiene que saber escuchar el timing. En un unipersonal que además no tiene texto, sin dudas el reloj es la gente, sobre todo en los silencios. Realmente siento que la gente la pasa bien, sale del teatro con mucha adrenalina, algunos con ganas de bailar. Y hay algo que sucede que me parece super interesante con el público: el asombro. Uno puede pasar por muchas sensaciones al ver una obra, angustia, alegría (que de hecho transita "Perderte...") pero que salga con asombro es único.



   Y de eso se trata, Emiliano Dionisi llegó a la escena teatral y es de esos artistas que todo lo hacen bien y de manera prolifica. Formado en las huestes teatrales de Hugo Midon, Claudio Tolcachir y Marcelo Savignone, entre otros. Ha participado en diversos ciclos televisivos como "Dromo", "Mi señora es una espía", "Doble venganza", "Casados con hijos"; como doblajista para las señales Disney Chanel, Canal Encuentro y Discovery Chanel. El circuito independiente lo transpiro en obras como "Hamlet", "De hombre a hombre" (Premio Teatro del Mundo-Mejor Actor 2009), "El señor Martín", por nombrar sólo algunas. En salas comerciales se lució con "Muñekotes", "Una bestia en la luna" y "La familia Fernandez". Y realizó maravillosas interpretaciones en el Teatro General San Martín en "Titulares"(Premio María Guerrero "Al estímulo" 2009), "Babilonia", "El pan de la locura" (Premio Ace Revelación 2006) y "Galileo Galilei". Un recorido como para no asombrarse con apenas 25 años de vida.