jueves, 31 de mayo de 2012

Entrevista a Kevin Joyce

Música para extraer soles desde la oscuridad



Por Charly Zárate
Hace algunos días pudimos asistir al primer concierto del joven pianista y compositor Kevin Joyce en la sala Enjoys Art de Palermo, lugar a donde volverá a presentarse el próximo sábado 19 y domingo 20 de mayo a las 18hs. Su estilo abarca desde lo clásico renacentista, hasta lo medieval y sínfonico, teñido por sus matices oscuros que configuran su identidad como artista.


Buenos Aires nos inunda con sus propuestas artísticas, y a veces uno queda empantanado entre tanta información. Por eso queremos rescatar a personajes como Kevin Joyce y echar luz sobre su notable y distintivo arte indagando desde sus raíces.
La última presentación del pianista en el auditorio de Enjoys Art (Av. Coronel Díaz 1561) el domingo pasado fue una misión reveladora. Joyce logró imantar la atención del público con su potencia escénica y su virtuosismo musical. Descubrimos un nuevo talento y aquí queremos presentarlo.
Sus largos dedos bailan una coreografía estrambótica sobre las teclas, en el aire flamean imágenes de diferentes tenores y el alma se va columpiando entre la vida y la muerte mientras nos entregamos a sus composiciones.
 
 
 
CZ: ¿Cómo te llegó la propuesta de estas presentaciones?
KJ: Por intermedio de Jessie Mendez, una pintora de Villa La Angostura que se encuentra estudiando Bellas Artes en la Universidad de La Plata, quien es compañera de Salome, otra pintora muy amiga, que le mostró el año pasado un demo con la música que había compuesto para la obra de teatro “Cassandra dijo”, que fue estrenada en Buenos Aires. Fue así que Jessie me convocó primero para una muestra experimental entre mi música y su pintura en vivo, en el Centro Cultural Dardo Rocha, y este año me volvió a llamar para repetir esa experiencia juntos. El lugar es Enjoys Art, un espacio coordinado por un grupo de cristianos protestantes que tratan de cautivar a la gente mezclando la espiritualidad del arte y la religión. Más allá que yo no comparta sus creencias me pareció un buen lugar para poder empezar a tener un contacto directo con el público de la Ciudad de Buenos Aires.
CZ: Además de tocar el piano, sos actor, escribís poesía y estas estudiando fotografía. ¿Cuándo se dio la génesis de todas estas inquietudes artísticas?
KJ: Responder esta pregunta se me hace muy difícil, ya que no podría decirte cuándo y dónde comenzó todo. Creo que el comienzo de mi formación artística se inicio junto con mi vida, tampoco se si se “nace artista”, pero de lo que si estoy convencido es que un artista posee una sensibilidad mayor que el resto de los mortales. Cada ínfima cosa que ve, toca u oye es transportada a su alma de manera singular y se va acopiando para luego traducirla con su sensible subjetividad. Uno no expresa lo que estudia, la formación académica es una herramienta pero la materia prima del arte está en otro lado. Pero si querés que sea más puntual, empecé a estudiar piano a los seis años. El teatro lo transité desde la escuela primaria, luego llegaron los talleres de adolescente y diferentes cursos; actualmente estoy estudiando con Pompeyo Audivert en su estudio El Cuervo.

  "Uno no expresa lo que estudia"
                                                                                                                


CZ: ¿Recordas cuál fue el magnetismo precoz con el piano?

KJ: En realidad sentí esa atracción fuerte por el piano a los cinco años, cuando lo escuche una vez que caminaba por la calle con mi madre y le pregunte qué era eso que sonaba. Después de un año empecé las clases en ese mismo lugar donde había pasado caminando. Me gustaba, pero no lo amaba, descubrí la pasión por el piano cuando dejé los libros, es decir, cuando me recibí de Profesor Superior de piano a los 17, que fue cuando me largué a componer solo en mi casa, ya que durante mi formación académica no me habían enseñado hacerlo sino que me habían formado como interprete de Beethoven, Chopin, Mozart. Cuando escuché por primera vez una melodía que había salido de lo mas profundo de mi ser me di cuenta que no iba a poder vivir sin mis dedos en las teclas, que ahora yo era el instrumento del piano, de mi arte.
 "Me inspiro desde el dolor"
CZ: ¿Cómo podrías definir la poética de tu composición musical?

KJ: Mi poética al componer esta muy ligada a mi formación, es decir, tengo mucha influencia de la música clásica, y también de la que suelo escuchar, que esta muy ligada a la música medieval, sinfónica y renacentista. Me gusta la intensidad y el dramatismo, que mis canciones abrumen el espacio donde son ejecutadas y las almas de los oyentes. Siento que mis canciones son muy poéticas, narran sentimientos y expresan diferentes situaciones y atmosferas, tienen matices dramáticos y teatrales que van fluctuando entre el éxtasis y la calma. Por ahora son todas instrumentales pero estoy laburando para mezclar y poder hacer una canción con letra, cantada por mi no. ya que no me gusta mi voz, pero con otra podría ser.
CZ: ¿De dónde parte tu inspiración?

KJ: El dolor, siempre es lo que me inspira para crear, el arte es mi refugio y mi compañero de vida, sé que nunca voy a estar solo porque él me va a acompañar toda la vida. Entonces, cuando estoy envuelto en una situación dolorosa, lo busco, me siento en el piano o frente a una hoja en blanco y me meto en una realidad paralela, la realidad que el común de la gente nunca entiende, tampoco el artista, por que no hay que entenderla, hay que sentirla. En ese mundo las melodías aparecen, se transportan a mi mente y a mis manos, y ahí nace la creación. A veces pienso que los artistas somos como una especie de médium, estamos siempre entre dos mundos, y mezclamos partes de ellos en nuestras producciones.
"En Buenos Aires no hay techo para crecer"
                                                                         
CZ: Naciste, te criaste y formaste en Trenque Lauquen, ¿porqué elegiste la Ciudad de Buenos Aires para anidar?

KJ: Mi papa siempre me dijo: "Dios esta en todos lados, pero atiende en Buenos Aires", creo que es algo cierto, ya que en Trenque Lauquen “toque techo”, ya que me había presentado en todos los lugares disponibles, era muy conocido por la gente, pero no me era suficiente, necesitaba profesionalizar lo que hago, intensificar mi formación para poder crecer mas rápido. Tuve la oportunidad de venir acá a probar suerte, sabiendo que estaba más cerca de cumplir mi sueño como artista. Acá no hay techo, acá no tenes limites, por eso me vine, a buscar mi horizonte.

Kevin Joyce intercala entre sus melodías estremecedoras poesías, de su puño y letra. Su imaginario se encuentra atravezado por las poéticas de Alejandra Pizarnik, Olga Orozco, Charles Baudalaire, entre otros. A continuación, una perlita de regalo.

PULGAR

el silencio me aclamaba
me sentí trébol
me encontré césped

un niño esmerilado juega en el patio
lo observo detrás del roble
le canto a la distancia


imagino su inocencia
sus sentidos
un rostro que prevalece en los arboles
un mentón que no olvida sino sangra
un pulgar que refleja un pasado
un sabor que sucumbe puertas
y abre luz
amanecer amarillo

tendido recurre al candor.

Entrevista a Norberto Gonzalo

“El teatro está vivo porque es un hecho militante”



Por Charly Zárate - Teatro

El actor y director Norberto Gonzalo dirigirá "A Propósito del Tiempo" y "Hay que Apagar el Fuego", de Carlos Gorostiza, en el marco del Ciclo de Teatro Argentino que se inicia el viernes 11 de mayo en la sala La Máscara.

Completan la muestra de autores nacionales, “Tres buenas mujeres” de Graciela Holfeltz, dirigida por Jorge Graciosi ; “Más Muertos que Vivos" de María Rosa Pfeiffer, por Hector Oliboni , de cuya autoría se presenta "De Como Eugenia cambió de Opinión" , bajo la dirección de Horacio Pucho Medrano.
Norberto Gonzalo tiene una larga trayectoria iniciada en 1970, como actor de teatro ha integrado el elenco de la Comedia Nacional participando en el Teatro Nacional Cervantes en obras como “Hamlet”, “Edipo Rey”, “Romeo y Julieta” y “Martín Fierro”, entre otras. También se ha desempeñado en el circuito independiente durante las primeras convocatorias de Teatro Abierto. Uno de sus más reconocidos trabajos fue en “Orquesta de señoritas”, de Jean Anouilh, donde se enfrentó al desafío de dirigirse a sí mismo. La obra se realizó durante varias temporadas y emprendieron una gira nacional e internacional.
Pero también su rostro a quedado retratado por la televisión en decenas de programas, tanto populares como Pelito, Se dice amor, Vulnerables, Campeones, Resistiré, Mujeres asesinas entre tantos otros, como así también en ciclos de culto como Los cuentos de Fontanarosa, Alta Comedia, Teatro como en el teatro o La bonita página.



Caracterizado como Rodolfo Walsh

En el 2010 se puso en la piel del escritor Rodolfo Walsh para protagonizar la miniserie "Dialogos fundamentales del Bicentenario", junto a Luis Machín, Rodolfo Carnaghi, Malena Solda y Ana Celentano, con dirección de Lucía Cedrón.

CZ: ¿Porqué armar una programación exclusiva de teatro argentino?

NG: Era una asignatura pendiente. Una idea permanente desde que abrimos La Máscara, hace 12 años. Desde entonces compartimos estrenos teatrales de procedencia nacional y extranjera, aunque nuestra obra inaugural fue el” Mateo” de Armando Discépolo. Nos debíamos esta experiencia y estamos felices de poder concretarla. Creemos firmemente en el teatro argentino y en la identidad con que nos expresa.

CZ:¿Cuál fue el criterio para seleccionar estas obras?

NG: Precisamente, sus posibilidades de expresión, y representación de las costumbres y tradiciones, rioplatenses en general, y argentinas en particular. Creo que hay un público ávido de sentirse expresado a través de ese vehículo formidable que es el teatro. En cuanto a selección, no la hubo, no fue necesario. Solo se invitó abiertamente a distintos directores y autores a proponer sus materiales y proyectos, sin filtros de ningún tipo. Y la verdad es que la respuesta fue tan generosa, que se aprobó de inmediato. Todos entendieron claramente cuál era la ideología de la convocatoria.

CZ: ¿Qué debe tener una pieza de teatro nacional para que se convierta en un clásico?

NG: Siempre digo que los “clásicos”, son hoy clásicos, porque han sido populares. Eso, a nivel mundial, le cabe a Moliere y Goldoni, que hacían teatro en la calle, al genio crítico de Shakespeare o Chejov, y ni que hablar de Arthur Miller o Tennessee Williams, por nombrar solo algunos de los grandes. A los nuestros también se les reconoce esa alta capacidad de expresar al pueblo, a la gente. A reflejar sus expectativas, sus carencias, sus sinsabores y sus alegrías. Cómo no serían clásicos, los Podestá o Discépolo, Florencio Sánchez o Gregorio de Laferrere, si fueron pintores geniales de una época y una sociedad inconfundiblemente rioplatense. Cómo no lo serían Carlos Gorostiza o Tito Cossa, si expresan permanentemente la poética popular que nos conmueve. 

Escena de Gorostiza x 2



CZ: ¿Usted ha elegido dos obras de Carlos Gosrostiza, ¿qué lo atrapa de este autor? ¿Cuál es su vigencia?

NG: En el programa de mano, me atreví a escribir, que siendo dos obras y dos historias, podrían haber sido una, o simultáneas. Es compartir una duda. Es apenas un disparador. Aunque coincidan las estructuras de ambas, y las relaciones, los silencios, y las revelaciones de los personajes. Justamente algo que me atrapa de Gorostiza, es su predilección por retratar las relaciones humanas y todo lo que ello dispara. Los conflictos muchas veces están formando parte de esas relaciones y, en muchos casos, el planteo o la conclusión de ellos, se trasladan a los intérpretes o al público, y eso cumple absolutamente el objetivo de ser vehículo y puente con el espectador. Por eso, entre otras cosas, su vigencia.        

CZ: ¿De qué tratan las dos obras qué usted dirigirá en este ciclo?

NG: Sobre las relaciones entre integrantes de distintas generaciones. Sobre sus tiempos, sus silencios, sus fidelidades y sus verdades. Todo, o casi todo lo que no se dijo, o no se dice, y lo que el tiempo y el silencio son capaces de almacenar y revelar.

CZ: ¿Para ser un buen director es necesario haber sido, al menos, un actor?

NG: No sé si es necesario. Quizá sea útil. Para ser director hay que formarse, como para ser actor. Ya sea en el taller o en la práctica. En mi caso, trato de abordar la dirección “desde el actor” que es lo que soy. Siento que me permite un mayor involucramiento en el conflicto y en la puesta, sin abstraerme de sus motivaciones. Stanislavsky nos habla de ser “lógico, coherente y real”, y uno de mis maestros, la genial Flora Steinberg, se ocupó de dejármelo grabado, tanto para actuar como para dirigir. Además siempre hago la comparación con el futbol: la mayoría de los técnicos, han sido jugadores. Por eso su conocimiento del jugador y sus posibilidades y posición en la cancha.


"El teatro es un hecho político"

CZ: ¿Podría elegir algunos, todos o al menos uno de los siguientes tópicos sobre el teatro y desarrollar la idea desde su propia concepción, ya sea en acuerdo o desacuerdo?

- El teatro es un hecho transformador...

NG: El teatro es un hecho político. Por lo tanto transformador. Podríamos hablar de Teatro Abierto, -del que participé-, frente a la dictadura, pero podríamos también remontarnos a mucho antes, y recordar la escena de los comediantes de Hamlet. Creo que todo el que participa de la ceremonia teatral, se transforma, ya sea el intérprete, el público o la sociedad.

- El teatro debe ser militante...

NG: Definitivamente sí. El teatro está vivo, -y cada vez más vivo-, porque es un hecho militante. De quienes lo escriben, lo producen y lo interpretan. Después, su destinatario, el público, es quien tiene la última palabra, aunque eso pueda ser un hecho subjetivo. Pero los miles de teatristas y espacios teatrales de todo el país, son una muestra irrefutable de esa militancia.

- El teatro sirve para tapar vacíos...

NG: Yo prefiero pensar que sirve para ocupar espacios que pueden no estar vacíos, sino que se amplifican y redimensionan. Como decíamos antes, espacios de opinión, de debate, de transformación. Quien no dijo alguna vez: “esta obra me dio vuelta la cabeza…”

- El teatro no le interesa más que al que lo hace...

NG: Volvemos a Stanislavsky. El decía que el público es “lo único de lo que no se puede prescindir..” Es sin duda un punto de partida. El que lo hace es, seguramente, el primero que siente la necesidad de compartirlo, y su objetivo, como decíamos, es “interesar” a los demás, transformándose en vehículo y trasmisor. Para ser fiel a la pregunta, es el primer interesado, pero el objetivo se cumple, cuando se logra la comunicación con el colectivo.

CZ: ¿Qué añora de otras épocas de hacer teatro y qué valora de la actual?

NG: Creo que todas las etapas han sido importantes. El teatro ha crecido y se ha modificado, ocupando muchos de esos espacios a los que hacíamos referencia. Ha incidido en los cambios culturales, y al mismo tiempo en la preservación de la memoria. Lo que sí extraño es a los grandes que lo crearon y lo militaron, de quienes aprendimos lo poco que sabemos, y los que nos legaron una profesión que debemos hacer cada vez más digna. Me refiero a los que murieron haciendo teatro, y a los que dieron la vida por una profesión mejor.

CZ: ¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado esta carrera de más de cuarenta años?

NG: Bueno, sí, son muchos. Empecé en los 70. Pero prefiero llamarlo trabajo y no carrera. Y la mayor satisfacción, si hay una, es precisamente vivir para eso, y poder seguir luchando para hacerlo.

CZ: Regálenos una de sus mejores escenas de teatro, la más sublime, la que le gustaría guardar en la cajita del sueño eterno.

NG: Aunque soy muy crítico de mí mismo, hay varias que me gustan. Y la verdad, es que no las guardaría en esa cajita, sino que me encantaría seguir compartiéndolas. Desde, Orquesta de Señoritas, La Muerte de un Viajante, o Blancos Oficios (que me pertenece), hasta el presente, con “Gorostiza x 2”. Sin duda que lo mejor siempre está por venir…
*****
Ciclo de Teatro Argentino en "La Máscara"
Dirección: Piedras 736
Reservas: 4307-0566
Entradas: $60

Viernes 21hs
"Tres buenas mujeres"
de Graciela Holfeltz, sobre un cuento de Laura Bonaparte.
Con Stella Maris Closas, Amancay Espíndola y Ruby Gattari. Dirección: Jorge Graciosi.
ESTRENO: Viernes 11 de mayo 21hs
Sábados 21.30hs:
GOROSTIZA X 2. "A Propósito del Tiempo" y "Hay que Apagar el Fuego",
de Carlos Gorostiza.
Con Jorge Ochoa, Guido D´Albo, Marcela Fernández Señor, Sebastián Argañaraz y Gustavo Brenta.
Dirección: Norberto Gonzalo
ESTRENO: Sábado 19 de mayo 21.30hs

Sábados 19.30 hs:
"Más Muertos que Vivos"
de María Rosa Pfeiffer.
Con José María López y Raúl Ramos. Dirección: Héctor Oliboni
ESTRENO: Sábado 26 de mayo 19.30hs

Domingos 19 hs:
"De Como Eugenia cambió de Opinión"
de Héctor Oliboni.
Con Alicia Naya, David Llewellyn y Ëstel Gómez. Dirección: Horacio Pucho Medrano.
ESTRENO: Domingo 3 de junio 19hs

Ficha Técnica por obra:
TRES BUENAS MUJERES
de Graciela Holfeltz, sobre un cuento de Laura Bonaparte
Elenco: Stella Maris Closas - A
mancay Espíndola -.Ruby Gattari
Escenografía: Carlos Bustamante
Vestuario: Lucía Trebisacce
Música original: Malena Graciosi
Diseño de iluminación: Lautaro
Producción Ejecutiva: Rubén Sibilia
Fotografía: Alejandra Dziewgue
Diseño Gráfico: Ramiro Gómez
Asistente de Dirección: Rubén Sibilia
Dirección general: Jorge Graciosi

MÁS MUERTOS QUE VIVOS
de María Rosa Pfeiffer
Elenco: José María López y Raúl Ramos
Escenografía: Carlos Bustamante

Vestuario: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Héctor Oliboni – Lucía Trebisacce- Carlos Bustamante
Diseño Gráfico y Fotografía: Ramiro Gomez
Prensa: Laura Brangeri (LBB prensa)
Asistencia de dirección: Cristina Sisca
Producción ejecutiva: Claudio Lentz
Dirección: Héctor Oliboni


"A Propósito del Tiempo" y "Hay que Apagar el Fuego",
de Carlos Gorostiza.
"A Propósito del Tiempo": Jorge Ochoa, Marcela Fernández Señor y Guido D´Albo
"Hay que Apagar el Fuego": Gustavo Brenta, Marcela Fernández Señor y Sebastián Argañaraz
Escenografía: Carlos Bustamante
Vestuario: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Norberto Gonzalo- Alejandra Dziewguc
Efectos Sonoros: Alejandra Dziewguc
Diseño Gráfico y Fotografía: Ramiro Gomez
Producción Ejecutiva: Ana Vinuesa
Prensa: Laura Brangeri (LBB prensa)
Asistente de Dirección: Patricio Gonzalo
Puesta en Escena y Dirección General: Norberto Gonzalo
 
DE COMO EUGENIA CAMBIÓ DE OPINIÓN
de Héctor Oliboni
Elenco: Éstel Gómez, Alicia Naya y David Llewellyn
Escenografía: Carlos Bustamante
Vestuario: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Horacio Medrano
Técnico de Luces: Alejandra Dziewguc
Diseño Gráfico y Fotografía: Ramiro Gomez
Prensa: Laura Brangeri (LBB prensa)
Asistencia de dirección: Gustavo Insaurralde
Producción ejecutiva: Claudio Lentz

Dirección: Horacio Medrano




Entrevista a Francisco Pesqueira

Un artista que nunca ha claudicado


Por Charly Zárate - Teatro

A Francisco Pesqueira le gusta autodefinirse como "artista" aunque asegura que hoy eso sea “patrimonio de cualquiera". Dueño de una profesión que viene construyendo con su cuerpo y su voz desde muy chico en su Córdoba natal, este artista nos cuenta sobre su tratectoria y sobre el re-estreno de "Te doy una canción".

Hace unos días concluyó el espectáculo "Mamarracho", que resume sus diez años de permanencia en Carne de crítica, el grupo de trabajo que armaron junto a su compañero de escenario Claudio Pazos y el director Carlo Argento.
Y del cuerpo al canto, como una constante en su vida de artista, Francisco Pesqueira re estrena "Te doy una canción", donde bucea el repertorio de cantantes populares y consagrados pero llevándolos a una interpretación singular y pintando cada tema con los bellos colores de su voz, acompañado por el pianista Ramiro Pettina.

CZ: En el transitar de cada profesión siempre hay maestros que se van apuñalando en el alma de uno. ¿Tenes alguno que te haya traspasado de esa manera?

FP: Sin dudas, para mi esencialmente lo fue Carlos Gandolfo, mi gran maestro de teatro que me cobijo mucho con su don de dar clases. Aunque también pude conocerlo más allá de la docencia ya que trabaje durante cuatro años como asistente en su estudio. Para mí, llegar de Córdoba y venir directamente a trabajar con él fue cumplir ese mágico sueño que tenia desde que era chico y leía en la revista Radiolandia que todos los grandes actores se formaban con él.

CZ: Imagino que esa experiencia te habrá ablandado puertas…

FP: Si, pero a la vez me costó mucho irme del estudio, porque sentía que había cumplido una etapa. Si te fijas en mi curriculum hay una franja que falta y que corresponde al tiempo que estuve en el estudio, porque era muy feliz haciendo ese trabajo, hasta que luego prevaleció algo que se me hizo imprescindible que fue el escenario.

CZ: ¿Cuándo se conocen con Claudio Pazos?

FP: Casualmente en el estudio de Gandolfo, hace veinte años . Allí empezamos a tener los primeros coqueteos escénicos que luego derivó en un grupo llamado Los anfitriones, junto a Hernán Giménez, Verónica Valle y Paula Lima, con ellos montamos primero “Colmo de bomberos” y luego “Los dos hidalgos de Verona”, con la dirección de Guillermo Cacacce y Ciro Zorzoli, quienes también recién empezaban.


Con Claudio Pazos matizando una bella escena de Mamarracho

CZ: ¿Y en el canto quien te marcó?

FP: Sin dudas Gachi Leibovich. En la actuación siempre me he identificado con el actor de pico y pala, y en el cantante con el estilo popular ligado a Mercedes Sosa, Silvio Rodriguez o Marilina Ross. A veces creo que no esta la cosa muy unida dentro del patrón de la actividad teatral. Yo siento que el actor y el cantante se van nutriendo.

CZ: Percibo una mixtura muy interesante entre ambas búsquedas…

FP: Me parece que esta muy bueno ver los colores de la paleta de uno mismo, y ver la variedad de cosas que uno puede transitar. A mi eso me encanta. No sabes lo cholulo que soy de mis compañeros de teatro, y no precisamente porque sean personas famosas sino que admiro desde el trabajo.

CZ: ¿Cómo fue tu inicio con el grupo de teatro Clavileño?

FP: Era un grupo muy particular que lo comandaba una señora a la que recuerdo con mucho amor que era La Totó, y en el momento que surgió la convocatoria para estar en ese grupo, yo venía de salir de una enfermedad muy dura. Entonces, la contención de hacer teatro, empezó a darme las primeras señales de salud.

CZ: ¿Crees que el teatro puede ser terapéutico?

FP: El hecho de actuar a mi me resulto muy sanador, pero más allá de eso, creo que cualquier cosa que nos une a lo que queramos hacer resulta ser sanador.

CZ: ¿Y que tipo de obras hacían?

FP: Hacíamos teatro de repertorio de autores clásico españoles. Hicimos casi veinte obras, entonces eso te daba un entrenamiento increíble. Me acuerdo que tenía un lenguaje tan rico en aquel momento, que era un adolescente atípico. Además, yo empecé actuando mucho y luego arranqué a estudiar formalmente teatro. Creo que donde uno aprende más es haciendo.

CZ: Siempre hay referentes de admiración en cualquier camino que uno atraviesa artísticamente. Me acabas de mostrar tu selecta audioteca y he visto mucho nombre de cantante femenina, ¿son tus mayores influencias?

FP: Mas allá de que las cantantes me llegaron siempre mucho más desde lo emocional, también hay un repertorio que me interesa y que es aquel que “dice algo”. El repertorio que me habla de un paisaje desde una zamba o la canción contestataria que a mi me hace pensar. Entonces, cuando empiezo a involucrarme en la música en 1982, tenía a mi hermano en la guerra de las Malvinas, la música había cambiado de lugar que es algo de lo que hablo en mi nuevo espectáculo “Te doy una canción”. También hubo un disco de ese año, de Sandra Mihanovich que para mí fue esencial ( es el que tenía “Puerto Pollensa”) en el que cantaban Alejandro Lerner, Celeste Carballo, Rubén Rada y Marilina Ross, con quien nos llegamos a vincular personalmente, ya que terminó siendo amiga de mi hermana. Ahí tenes una influencia muy importante para mí, porque veía que Marilina dotaba a la cantante de una expresividad artística. Siempre me decía que si bien esta mina no tiene un vozarrón, posee una maravillosa capacidad de conmover.


Tres Carne de Crítica: Pesqueira, Pazos y Argento

CZ: ¿Cómo se formó el grupo Carne de Crítica?

FP: En el 2001 empezamos a ensayar con Claudio Pazos, con quien ya habíamos trabajado bastante, a Carlo Argento lo conocí cuando estaba haciendo “Los indios estaban cabreros” en el Teatro Cervantes, entonces le pedimos a él que nos diera una mano desde la dirección. Aunque Carlo nunca había dirigido, con cierta precaución acepto el desafío, aunque luego se fue involucrando profundamente. El primer espectáculo lo escribimos con Claudio, y el resto la autoría fue de los tres. Nunca nos planteamos aquel primer encuentro como la semilla de lo que se consolidaría luego con siete espectáculos y un disco en diez años.

CZ: ¿Qué destacarías de Claudio Pazos como este compañero creativo de tantos años?

FP: Esencialmente que es un tipo muy talentoso, somos una construcción de muchos años de trabajo y hemos convivido con las miserias y bondades a las que te enfrenta la vida. Y estamos seguros que lo mejor que tenemos es que sabemos quien es Francisco y quien es Claudio. Hemos compartido situaciones en la vida muy dolorosas y esas cosas fortalecen los vínculos.

CZ: En “Mamarracho” hay un sketch muy interesante que es el de “la máquina de fotos”. Desde el humor nos lleva, en una pequeña dramaturgia, a una profunda reflexión sobre el paso del tiempo. ¿Cómo transitas vos este devenir de la vida?

FP: Me llevo muy bien con el paso del tiempo. Me gusta la edad que tengo, aunque ya no sea un nene. Tengo 42 años y no tengo drama en decirlo. A veces me interesa más ver como les pasa el tiempo gente famosa como Michelle Pfeiffer, que a mi mismo (risas).


Ductilidad y talento sin tiempo

CZ: ¿Qué valor le das al público al momento de armar un espectáculo?

FP: Siempre pienso en el público, es imposible no hacerlo porque uno invierte mucha creatividad en lo que uno hace y vas imaginando si eso lo puede llegar a interesar o no. Pero siento que eso no me tiene que coartar, y que voy a obtener un público más fiel cuando más honesto sea conmigo mismo y lo que quiero contar. Aparte, a medida que va pasando el tiempo eso se hace más sólido. Cuando no claudicaste o no dejaste influenciarte por algún productor, tu actitud frente al público se fortalece.

CZ: Has hecho muchos clásicos pero hay un autor al que siempre volves y ese es Federico García Lorca. ¿Qué es lo que te atrapa de su poética?

FP: Cuando era muy chico vi una versión de “Doña Rosita la soltera”, con Thelma Biral, dirigida por Cecilio Madanes, que me fascino pero sobretodo descubrí algo que fue entender una historia a través de una poesía. Y fíjate vos, quién hubiera dicho que ese chico de ocho años alguna vez iba a interpretar a Doña Rosita. Pero uno de los privilegios que me ha dado la autogestión es que me pude dar el privilegio de interpretar uno de los personajes lorquianos más bellos. Es tan contundente la palabra y tan clara la sensibilidad de lo que ese ser humano llamado Morca entendía, que hace fácil todo.

CZ: ¿Cómo se maneja lo sensible desde el propio instrumento, ya sea el cuerpo o la voz?

FP: Todo tiene que ver de qué manera te atraviesa por el cuerpo la poesía. Me pasa cuando canto que hay canciones sencillas y otras más intrincadas, por lo general en las letras que menos me equivoco son en aquellas que estan plagadas de metáforas o términos más complejos. Es raro que furseé en “Retrato”, de Antonio Machado, o “Mediterráneo”, de Joan Manuel Serrat. Eso es porque hay algo de la poética que logra hacer que la poesía te tome por completo. No es solamente lo que se pone en el intelecto sino que hay algo que te eleva y te sumerge en otro lugar. La poesía es algo que alguien se tomo el trabajo de no ser tan cotidiano inventando un lenguaje diferente y depurado, y eso mismo es lo que pasa por el cuerpo.


Un actor que no oculta su sensibilidad de cantante

CZ: ¿Cómo seleccionaste el repertorio para “Te doy una canción?

FP: Justamente tomando en cuenta el valor poético de cada tema, las palabras que fueron puestas en cada canción. Por eso son como un anclaje emocional para mí. El concepto de selección fue pensado desde la idea de “bandas sonoras de la vida”. Es como si yo te preguntara qué sería de la vida de “Cinema Paradiso” si no tuviera esa música. Entonces, hay una canción que es mi madre, mi padre o cada uno de mis hermanos.

CZ: ¿Cómo vivís el teatro, que té genera y cómo lo transitas en tu vida?

FP: Para mi el teatro es mi casa. Siempre digo, que si yo no tengo trabajo me siento desalojado y eso es porque he construido mi vida y mi mundo en el teatro. Es un hecho increíble y energético, algo que no vuelve a ser nunca igual y que no queda registro de eso que sucedió. En ese instante la vida toma una intensidad diferente, un color de cinemascope. Eso es hacer teatro, después esta el hecho de estar en el teatro, que es otra cosa que también me seduce, me gusta el olor de la gente trabajando en los teatros, ver a alguien allí cociendo parte de algún vestuario es la imagen misma de la felicidad.

*****



TE DOY UNA CANCIÓN
TEATRO EL BÚHO
Tacuarí 215
Teléfonos: 4342-0885
Web: http://www.teatroelbuho.com.ar
Entrada: $ 50,00 - Domingo - 19:00 hs


Ficha técnico artística

Idea: Francisco Pesqueira, Ramiro Pettina
Diseño de luces: Carlo Argento
Sonido: José "Poty" Frías
Arreglos musicales: Ramiro Pettina
Producción ejecutiva: Andrea Widerker




lunes, 28 de mayo de 2012

Entrevista a Merceditas Elordi

“Para poder dirigir hay que saber actuar”



Por Charly Zárate
Llegó a Buenos Aires en el 2010 de su Mar del Plata natal para estudiar con Agustín Alezzo y seguir formándose como actriz. Incursionó en el estudio de Marcelo Savignone, con quien actualmente la une un proyecto para este año. Hoy esta dedicada de llenó al teatro, habiendo dejado atrás su carrera de bióloga y el ámbito académico.

De ser actriz de la compañía “Los del Verso” pasó a directora de teatro de una de las piezas más entrañables para el dramaturgo y director Mariano Moro, “De hombre a hombre”. Tuvo el privilegio de ser la primera persona de dicha compañia a la cual el autor accede a concederle los derechos de una de sus obras, y no le fue nada mal. Con un elenco de notables actores obtuvieron el Premio Estrella de Mar a la Mejor Obra de Teatro Off en Mar del Plata.
CZ: ¿Cómo surgió la idea de montar "De hombre a hombre"?
ME: Yo no la elegí a la obra, la génesis fue a partir de los actores Oscar Giménez y Ulises Pafundi. Ellos habían leído el texto de Mariano Moro, llevaron una escena al seminario de Agustín Alezzo, el cual compartíamos. Alezzo sabía que yo formaba parte de la compañía "Los del verso" y me pidió que evaluara la escena. Realmente habían hecho un muy buen trabajo, y al final de la clase me dijeron que les encantaba la obra, que se morían de ganas de hacerla y me plantearon la posibilidad de que los dirija.
CZ: ¿Fue difícil conseguir los derechos de la obra?
ME: Es lo primero que les planteé a los chicos, que teníamos que ver si Moro aceptaba cederlos ya que esta obra era entrañable para él y la había escrito especialmente para sus actores Mariano Mazzei y Emiliano Dionisi. Pero asombrosamente aceptó.
CZ: ¿Tuviste miedos o inseguridades al encarar este desafío?
ME: Sentía que me estaba metiendo en un terreno que no era el mío y con una obra que sabía que podía llegar a herir susceptibilidades. De hecho, les escribí a los actores pidiéndoles disculpas porque me parecía que a ellos les iba a molestar. Aunque por suerte todo fluyo de manera armoniosa.

Ulises Pafundi y Oscar Giménez la han elegido como directora
CZ: Creo que uno de los méritos, aparte del talento de todos ustedes, fue la manera honesta con la cual encararon el proyecto...
ME: Realmente fue una locura, ya que nosotros éramos casi desconocidos y nos embarcamos a estrenarla con sólo tres meses de ensayos y presentarla en Mar del Plata, siendo que ninguno teníamos el entrenamiento de cómo se lleva a delante una obra independiente. Sin embargo todo se dio maravillosamente. Los chicos tenían muchas ganas de hacer esta obra y esa energía lo potenció todo. Además, debo reconocerle a Oscar Giménez su ardua tarea en la difusión de la obra, eso también contribuyó mucho.
CZ: ¿Cómo definirías a este dúo de actores?
ME: A ellos ya los conocía de verlos actuar en el taller y siempre disfrutaba con sus trabajos, son buenos y trabajadores. Ulises es un actor muy joven pero que siempre va a fondo con todo lo que hace e indaga en diferentes personajes, Oscar es alguien que toma riesgos y los transita con soltura. Ambos son actores que tienen recursos y se comprometen con lo que hacen.


Elenco completo con Estrella de Mar en mano

CZ: ¿Desde dónde comenzó tu planificación para dirigir la obra?
ME: Lo primero fue pensar junto a mi marido Edgardo Aguilar, que es arquitecto y el escenógrafo de la obra, que debía hacer algo diferente, nada podía ser igual. Además, mi compromiso era doble, ya que otras veces cuando alguien obtiene los derechos de una obra y el autor esta lejos, te podes dar otros permisos, pero acá era distinto ya que sabíamos que Mariano estaría allí observando qué hacían con su obra una actriz de su compañía que se mandaba a dirigir por primera vez y con actores desconocidos. Entonces decidí hacer mucho hincapié en la puesta, esa iba a ser la diferencia.
CZ: Y eso se notó absolutamente, ya que esta versión tiene un aprovechamiento de todo el espacio escénico e incluso fuera de él…
ME: Es que si no hacía realmente una puesta diferente corríamos un gran riesgo. Porque hay una hoja de ruta que tiene la obra, pero también la dramaturgia tiene marcada ciertas instancias en los cuales quise darle más claridad a algunos espacios, como el del aula con una idea de puesta más realista.
CZ: ¿Tenes algún tipo de formación como directora teatral?
ME: Ninguno. Aunque yo pensé que no iba a poder hacerlo o que me costaría más de lo que me costó, pero me fui dando cuenta que si alguien trabaja mucho como actriz y está con ganas de aprender, cuando te llega el momento de dirigir algo lo podes hacer muy bien. Uno puede hacer muchos cursos de dirección pero si no tenes la formación de actor es difícil transmitir con claridad lo que intentas ver corporizado en escena.
CZ: Y la oleada les trajo un Estrella de Mar. ¿Cómo vivieron esa noche de premiación?
ME: Yo ya había ido varias veces porque algunas de las obras que hice estuvieron nominadas y también gané en el 2006 como Mejor actuación femenina marplatense por “Amor en Irak”, también he sido parte del jurado, así que a la fiesta la conocía por dentro. Pero esta temporada tenía muchas ganas que tuviéramos alguna nominación para que los chicos transitaran esa experiencia.


"Porque soy psicóloga", muy pronto en Buenos Aires

CZ: Has trabajado en varias obras de Mariano Moro, ¿Qué es lo que te atrapa de su poética?
ME: Todo lo que escribe Mariano lo hace sabiendo muy bien que es lo que esta escribiendo. Es un autor que investiga mucho y que esta siempre estudiando detenidamente cada universo de los personajes que va creando. Además del amor que él tiene por la literatura que se ve en textos como “Quien lo probó, lo sabe”, “La suplente”, obviamente en “De hombre a hombre”. Tiene la capacidad de traducir toda esa información erudita al hecho dramático sin quedarse en algo discursivo.
CZ: Eso se convierte en algo maravilloso teatralmente y con un sello propio…
ME: Absolutamente, además de ser muy generoso con los actores que van hacer sus obras, porque escribe para que los actores se luzcan. Por un lado te va a exigir que trabajes bien y que seas buen actor, pero por otro lado ese texto te va a permitir lucirte. Entonces vos vas a cantar, bailar y demostrar todo tu histrionismo arriba del escenario, y eso es genial para un actor.
CZ: ¿Cómo surge el unipersonal “Porque soy psicóloga” en donde relucís desde hace años a tu ser actriz?
ME: La obra fue escrita por Mariano justamente porque él es psicólogo, entonces tiene un lenguaje que conoce muy bien y el valor de verdad de este texto es tan maravilloso que la gente se cree que soy una psicóloga de verdad. Es un personaje que adoro hacer. Hay una anécdota que recuerdo cuando con Mariano hicimos un taller de teatro danza, aún no nos conocíamos pero en la primer clase donde te hacían recorrer el espacio y al encontrarte con un compañero decir la primer palabra que se te ocurra, me topé con él y lo primero que me dijo fue “loca”. Creo que algo le inspiré (risas).
CZ: ¿De que se trata la obra?
ME: Es un monólogo de carácter bufonesco donde se cuenta todo lo que una psicóloga no debe ser. Hay mucho humor negro. Realmente fue un gran desafío ya que implicó componer un personaje tan lejano a mí. Creo que allí esta el verdadero trabajo del actor.


Una mujer que decidió explotar su perfil creativo

CZ: ¿Qué es el teatro y porqué lo haces?
ME: Es una fuerza vital y creativa que esta dentro de uno, que tiene que buscar algún escape y a la cual hay que darle salida. A veces pienso cómo sería hoy yo si me alejara de todo esto o “me dejará de embromar”, como me decía mi papá, y creo que sería una persona muy apagada y gris. Por otro lado se habla mucho del ego de los actores y directores, de que todos se piensan que son los mejores y estan haciendo algo trascendental, cuando no es así. Hay una definición de Ricardo Bartís sobre ese tema que me encantó, él dice que “el teatro no le importa a nadie, al único que le importa es al que lo hace”. Creo que allí esta todo dicho. El mundo puede vivir sin actores pero no sin médicos. Entonces, es más una necesidad de uno.

DE HOMBRE A HOMBRE


Autoría: Mariano Moro
Actúan: Oscar Giménez, Ulises Pafundi
Escenografía: Edgardo Aguilar
Iluminación Edgardo Aguilar
Diseño gráfico: Paula Carranza


Dirección: Merceditas Elordi

TALLER DEL ANGEL
Funciones: domingos 20:30hs
Dirección: Mario Bravo 1239
Reservas: 4963-1571
Entradas: $60/ $50
# Fotografías de la obra "De hombre a hombre" por Fher Ghiani http://www.fernandogiani.com.ar/