Por Charly Zárate - Teatro
El actor y director Norberto Gonzalo dirigirá "A Propósito del Tiempo" y "Hay que Apagar el Fuego", de Carlos Gorostiza, en el marco del Ciclo de Teatro Argentino que se inicia el viernes 11 de mayo en la sala La Máscara.
Completan la muestra de autores nacionales, “Tres buenas mujeres” de Graciela Holfeltz, dirigida por Jorge Graciosi ; “Más Muertos que Vivos" de María Rosa Pfeiffer, por Hector Oliboni , de cuya autoría se presenta "De Como Eugenia cambió de Opinión" , bajo la dirección de Horacio Pucho Medrano.
Norberto Gonzalo tiene una larga trayectoria iniciada en 1970, como actor de teatro ha integrado el elenco de la Comedia Nacional participando en el Teatro Nacional Cervantes en obras como “Hamlet”, “Edipo Rey”, “Romeo y Julieta” y “Martín Fierro”, entre otras. También se ha desempeñado en el circuito independiente durante las primeras convocatorias de Teatro Abierto. Uno de sus más reconocidos trabajos fue en “Orquesta de señoritas”, de Jean Anouilh, donde se enfrentó al desafío de dirigirse a sí mismo. La obra se realizó durante varias temporadas y emprendieron una gira nacional e internacional.
Pero también su rostro a quedado retratado por la televisión en decenas de programas, tanto populares como Pelito, Se dice amor, Vulnerables, Campeones, Resistiré, Mujeres asesinas entre tantos otros, como así también en ciclos de culto como Los cuentos de Fontanarosa, Alta Comedia, Teatro como en el teatro o La bonita página.
Caracterizado como Rodolfo Walsh
En el 2010 se puso en la piel del escritor Rodolfo Walsh para protagonizar la miniserie "Dialogos fundamentales del Bicentenario", junto a Luis Machín, Rodolfo Carnaghi, Malena Solda y Ana Celentano, con dirección de Lucía Cedrón.
CZ: ¿Porqué armar una programación exclusiva de teatro argentino?
NG: Era una asignatura pendiente. Una idea permanente desde que abrimos La Máscara, hace 12 años. Desde entonces compartimos estrenos teatrales de procedencia nacional y extranjera, aunque nuestra obra inaugural fue el” Mateo” de Armando Discépolo. Nos debíamos esta experiencia y estamos felices de poder concretarla. Creemos firmemente en el teatro argentino y en la identidad con que nos expresa.
CZ:¿Cuál fue el criterio para seleccionar estas obras?
NG: Precisamente, sus posibilidades de expresión, y representación de las costumbres y tradiciones, rioplatenses en general, y argentinas en particular. Creo que hay un público ávido de sentirse expresado a través de ese vehículo formidable que es el teatro. En cuanto a selección, no la hubo, no fue necesario. Solo se invitó abiertamente a distintos directores y autores a proponer sus materiales y proyectos, sin filtros de ningún tipo. Y la verdad es que la respuesta fue tan generosa, que se aprobó de inmediato. Todos entendieron claramente cuál era la ideología de la convocatoria.
CZ: ¿Qué debe tener una pieza de teatro nacional para que se convierta en un clásico?
NG: Siempre digo que los “clásicos”, son hoy clásicos, porque han sido populares. Eso, a nivel mundial, le cabe a Moliere y Goldoni, que hacían teatro en la calle, al genio crítico de Shakespeare o Chejov, y ni que hablar de Arthur Miller o Tennessee Williams, por nombrar solo algunos de los grandes. A los nuestros también se les reconoce esa alta capacidad de expresar al pueblo, a la gente. A reflejar sus expectativas, sus carencias, sus sinsabores y sus alegrías. Cómo no serían clásicos, los Podestá o Discépolo, Florencio Sánchez o Gregorio de Laferrere, si fueron pintores geniales de una época y una sociedad inconfundiblemente rioplatense. Cómo no lo serían Carlos Gorostiza o Tito Cossa, si expresan permanentemente la poética popular que nos conmueve.
Escena de Gorostiza x 2
CZ: ¿Usted ha elegido dos obras de Carlos Gosrostiza, ¿qué lo atrapa de este autor? ¿Cuál es su vigencia?
NG: En el programa de mano, me atreví a escribir, que siendo dos obras y dos historias, podrían haber sido una, o simultáneas. Es compartir una duda. Es apenas un disparador. Aunque coincidan las estructuras de ambas, y las relaciones, los silencios, y las revelaciones de los personajes. Justamente algo que me atrapa de Gorostiza, es su predilección por retratar las relaciones humanas y todo lo que ello dispara. Los conflictos muchas veces están formando parte de esas relaciones y, en muchos casos, el planteo o la conclusión de ellos, se trasladan a los intérpretes o al público, y eso cumple absolutamente el objetivo de ser vehículo y puente con el espectador. Por eso, entre otras cosas, su vigencia.
CZ: ¿De qué tratan las dos obras qué usted dirigirá en este ciclo?
NG: Sobre las relaciones entre integrantes de distintas generaciones. Sobre sus tiempos, sus silencios, sus fidelidades y sus verdades. Todo, o casi todo lo que no se dijo, o no se dice, y lo que el tiempo y el silencio son capaces de almacenar y revelar.
CZ: ¿Para ser un buen director es necesario haber sido, al menos, un actor?
NG: No sé si es necesario. Quizá sea útil. Para ser director hay que formarse, como para ser actor. Ya sea en el taller o en la práctica. En mi caso, trato de abordar la dirección “desde el actor” que es lo que soy. Siento que me permite un mayor involucramiento en el conflicto y en la puesta, sin abstraerme de sus motivaciones. Stanislavsky nos habla de ser “lógico, coherente y real”, y uno de mis maestros, la genial Flora Steinberg, se ocupó de dejármelo grabado, tanto para actuar como para dirigir. Además siempre hago la comparación con el futbol: la mayoría de los técnicos, han sido jugadores. Por eso su conocimiento del jugador y sus posibilidades y posición en la cancha.
"El teatro es un hecho político"
CZ: ¿Podría elegir algunos, todos o al menos uno de los siguientes tópicos sobre el teatro y desarrollar la idea desde su propia concepción, ya sea en acuerdo o desacuerdo?
- El teatro es un hecho transformador...
NG: El teatro es un hecho político. Por lo tanto transformador. Podríamos hablar de Teatro Abierto, -del que participé-, frente a la dictadura, pero podríamos también remontarnos a mucho antes, y recordar la escena de los comediantes de Hamlet. Creo que todo el que participa de la ceremonia teatral, se transforma, ya sea el intérprete, el público o la sociedad.
- El teatro debe ser militante...
NG: Definitivamente sí. El teatro está vivo, -y cada vez más vivo-, porque es un hecho militante. De quienes lo escriben, lo producen y lo interpretan. Después, su destinatario, el público, es quien tiene la última palabra, aunque eso pueda ser un hecho subjetivo. Pero los miles de teatristas y espacios teatrales de todo el país, son una muestra irrefutable de esa militancia.
- El teatro sirve para tapar vacíos...
NG: Yo prefiero pensar que sirve para ocupar espacios que pueden no estar vacíos, sino que se amplifican y redimensionan. Como decíamos antes, espacios de opinión, de debate, de transformación. Quien no dijo alguna vez: “esta obra me dio vuelta la cabeza…”
- El teatro no le interesa más que al que lo hace...
NG: Volvemos a Stanislavsky. El decía que el público es “lo único de lo que no se puede prescindir..” Es sin duda un punto de partida. El que lo hace es, seguramente, el primero que siente la necesidad de compartirlo, y su objetivo, como decíamos, es “interesar” a los demás, transformándose en vehículo y trasmisor. Para ser fiel a la pregunta, es el primer interesado, pero el objetivo se cumple, cuando se logra la comunicación con el colectivo.
CZ: ¿Qué añora de otras épocas de hacer teatro y qué valora de la actual?
NG: Creo que todas las etapas han sido importantes. El teatro ha crecido y se ha modificado, ocupando muchos de esos espacios a los que hacíamos referencia. Ha incidido en los cambios culturales, y al mismo tiempo en la preservación de la memoria. Lo que sí extraño es a los grandes que lo crearon y lo militaron, de quienes aprendimos lo poco que sabemos, y los que nos legaron una profesión que debemos hacer cada vez más digna. Me refiero a los que murieron haciendo teatro, y a los que dieron la vida por una profesión mejor.
CZ: ¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado esta carrera de más de cuarenta años?
NG: Bueno, sí, son muchos. Empecé en los 70. Pero prefiero llamarlo trabajo y no carrera. Y la mayor satisfacción, si hay una, es precisamente vivir para eso, y poder seguir luchando para hacerlo.
CZ: Regálenos una de sus mejores escenas de teatro, la más sublime, la que le gustaría guardar en la cajita del sueño eterno.
NG: Aunque soy muy crítico de mí mismo, hay varias que me gustan. Y la verdad, es que no las guardaría en esa cajita, sino que me encantaría seguir compartiéndolas. Desde, Orquesta de Señoritas, La Muerte de un Viajante, o Blancos Oficios (que me pertenece), hasta el presente, con “Gorostiza x 2”. Sin duda que lo mejor siempre está por venir…
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Ciclo de Teatro Argentino en "La Máscara"Dirección: Piedras 736
Reservas: 4307-0566
Entradas: $60
Viernes 21hs
"Tres buenas mujeres"
de Graciela Holfeltz, sobre un cuento de Laura Bonaparte.
Con Stella Maris Closas, Amancay Espíndola y Ruby Gattari. Dirección: Jorge Graciosi.
ESTRENO: Viernes 11 de mayo 21hs
Sábados 21.30hs:
GOROSTIZA X 2. "A Propósito del Tiempo" y "Hay que Apagar el Fuego",
de Carlos Gorostiza.
Con Jorge Ochoa, Guido D´Albo, Marcela Fernández Señor, Sebastián Argañaraz y Gustavo Brenta.
Dirección: Norberto Gonzalo
ESTRENO: Sábado 19 de mayo 21.30hs
Sábados 19.30 hs:
"Más Muertos que Vivos"
de María Rosa Pfeiffer.
Con José María López y Raúl Ramos. Dirección: Héctor Oliboni
ESTRENO: Sábado 26 de mayo 19.30hs
Domingos 19 hs:
"De Como Eugenia cambió de Opinión"
de Héctor Oliboni.
Con Alicia Naya, David Llewellyn y Ëstel Gómez. Dirección: Horacio Pucho Medrano.
ESTRENO: Domingo 3 de junio 19hs
Ficha Técnica por obra:
TRES BUENAS MUJERES
de Graciela Holfeltz, sobre un cuento de Laura Bonaparte
Elenco: Stella Maris Closas - A
mancay Espíndola -.Ruby Gattari
Escenografía: Carlos Bustamante
Vestuario: Lucía Trebisacce
Música original: Malena Graciosi
Diseño de iluminación: Lautaro
Producción Ejecutiva: Rubén Sibilia
Fotografía: Alejandra Dziewgue
Diseño Gráfico: Ramiro Gómez
Asistente de Dirección: Rubén Sibilia
Dirección general: Jorge Graciosi
MÁS MUERTOS QUE VIVOS
de María Rosa Pfeiffer
Elenco: José María López y Raúl Ramos
Escenografía: Carlos Bustamante
Vestuario: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Héctor Oliboni – Lucía Trebisacce- Carlos Bustamante
Diseño Gráfico y Fotografía: Ramiro Gomez
Prensa: Laura Brangeri (LBB prensa)
Asistencia de dirección: Cristina SiscaProducción ejecutiva: Claudio Lentz
Dirección: Héctor Oliboni
"A Propósito del Tiempo" y "Hay que Apagar el Fuego",
de Carlos Gorostiza.
"A Propósito del Tiempo": Jorge Ochoa, Marcela Fernández Señor y Guido D´Albo
"Hay que Apagar el Fuego": Gustavo Brenta, Marcela Fernández Señor y Sebastián Argañaraz
Escenografía: Carlos BustamanteVestuario: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Norberto Gonzalo- Alejandra Dziewguc
Efectos Sonoros: Alejandra Dziewguc
Diseño Gráfico y Fotografía: Ramiro Gomez
Producción Ejecutiva: Ana Vinuesa
Prensa: Laura Brangeri (LBB prensa)
Asistente de Dirección: Patricio Gonzalo
Puesta en Escena y Dirección General: Norberto Gonzalo
DE COMO EUGENIA CAMBIÓ DE OPINIÓN
de Héctor Oliboni
Elenco: Éstel Gómez, Alicia Naya y David Llewellyn
Escenografía: Carlos Bustamante
Vestuario: Lucía Trebisacce
Diseño de Iluminación: Horacio Medrano
Técnico de Luces: Alejandra Dziewguc
Diseño Gráfico y Fotografía: Ramiro Gomez
Prensa: Laura Brangeri (LBB prensa)
Asistencia de dirección: Gustavo InsaurraldeProducción ejecutiva: Claudio Lentz
Dirección: Horacio Medrano
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