miércoles, 17 de agosto de 2011

Entrevista a Darío Cortés

"El drama en el teatro nos traspasa a todos"



Por Charly Zárate

A sólo nueve meses de haber llegado de España, donde Desmesura se ha instalado con gran repercusión en el circuito independiente, el director, dramaturgo y actor Darío Cortés está presentando la versión porteña de su propia obra que forma parte de su trilogía El Amor desnudo, que promete terminar de exhibir en Buenos Aires.“Es la historia de un amor sosegado y consciente. Contada desde los sentimientos a veces tan claros, a veces tan confusos, que todos hemos sentido alguna vez”, contará en esta charla íntima.

Su pasión por el teatro arranca en la Escuela de Bellas Artes de Quilmes donde realizó la carrera de Arte Dramático. Pero de manera precoz y por casualidad, se vio trabajando profesionalmente como actor desde los doce años, cuando su profesora Claudia Dessy buscaba un niño regordete para su obra Todo de a dos. La pieza llegó a estar dos en años en cartel. Darío recibió sus primeros sueldos mientras aprendía a jugar en el escenario.

E: ¿Cómo te marcó esa experiencia?

DC: Claudia Dessy había sido alumna de Alfonsina Storni. Ella me hizo amar el teatro desde muy chico. Hay algo que me dijo que siempre recuerdo: "Vas a hacer mucho teatro y te van a llamar la atención los personajes que tengan una búsqueda afectiva". Y realmente vaticinó lo que hoy es la esencia fundamental de mi poética. Pero hay una anécdota anterior que es la que realmente me marcó y tiene que ver con mi familia. Yo fui muy autodidacta desde muy chico, mis padres trabajaban y me cuidaba mi abuela que había cantado en iglesias y leía libros de Federico García Lorca. Así que, mientras aprendía a leer, ya estaba involucrado con historias teatrales. Entonces, le pedía a mis padres que me llevaran al teatro pero la situación económica no daba. Una vez, unos vecinos que tenían entradas para ir al Teatro Colón a ver una versión cantada y actuada de Hansen y Gretel, no pudieron ir y les regalaron a mis padres las entradas. Me cuenta mi madre que ese evento fue el flechazo con el teatro: tenía efectos especiales , una bruja salía volando por la platea y a mí me volvió loco. Tenía siete años pero ella dice que desde ese momento no dejé de pensar en teatro.

Darío recuerda que su profesora le recomendaba ver también mucho cine argentino, y cuando vio La historia oficial quedó fascinado por la actuación de Norma Aleandro, quien fue su gran maestra de teatro. Mientras se independizaba en la gran ciudad a los 18 años, trabajaba en Blockbuster para pagarse sus clases con Norma, de quien dice: “Me costó varias clases bajarla del pedestal”. Haber sido alumno de Norma Aleandro le abrió muchas puertas y para él significa un verdadero orgullo que esa experiencia figure en su currículum.

E: ¿Qué registro te interesa más trabajar?

DC: El drama. Dame drama, dame tragedia, quiero sufrir (risas). Siempre tuve predilección por los autores trágicos como Tennessee Williams, Joe Orton, William Shakespeare. La fuerza que tiene el drama es incomparable con cualquier otro registro, porque está conectado con algo verdadero, humano y universal que nos traspasa a todos.

E: La vida es un drama, ¿no?

DC: Realmente. Mirá, Norma decía algo que después lo repitió mi otro profesor de interpretación y dramaturgia que fue Javier Daulte, un grande por donde se lo mire. Él fue quien realmente me dio la vuelta de tuerca. Decía que el humor es coloquial. Tal vez las mismas cosas que nos hacen reír acá no suceden en otra parte, pero el drama sí es universal porque a todos nos duelen las mismas cosas: el desamor, el desapego, la muerte.
Paradójicamente, en el 2000, cuando Darío tenía sólo 19 años, hubo un auge del teatro de humor y junto a una compañera montaron Cachondos por cuatro funciones en el Teatrón. Funcionó tan bien, que siguieron en el Teatro El Vitral y se convirtió en un éxito del teatro independiente, llegando a estar seis años en cartel alternando temporadas en Mar del Plata.






                                           Siempre intentando focalizar contra el difuso destino


E: ¿Qué te aportó Javier Daulte?

DC: Lo conocí antes de que diera el gran salto al teatro comercial. Me formé con él dos años como actor y en dramaturgia, y una de las cosas que me enseñó fue a estructurarme. Yo venía haciendo muchas cosas juntas y él marcó un orden en mi carrera, porque Daulte es un tipo muy pragmático, se ve en sus obras. Está todo muy calibrado, hay equilibrio, le gusta mucho la rítmica y la simetría. Él notaba al principio mucha disparidad ycierto espíritu inquieto en mis textos. Recuerdo que me repetía algo que decía Woody Allen, que “hay que hacer de los supuestos defectos una particularidad como creador”, porque a él le criticaban mucho al principio ese desorden en su manera de hacer cine, con los planos, los juegos entre realidad y ficción, la película dentro de la película. Javier Daulte me decía, mientras transitaba su taller de dramaturgia, que yo le recordaba en mi forma de escribir a Woody Allen.

Esto que Javier Daulte ya percibía en Cortés se terminó de concretar en la creación de Desmesura, donde confluyen los recursos de ruptura del cine de Allen, pero también los de puesta en abismo que plantea otro gran director de cine, como lo es David Lynch. Este tamiz lo usó para perfilar sus personajes de Desmesura, en una historia que arranca con un emocionante homenaje a la poética de la escritora británica Sarah Kane. Cortés le hizo caso a Javier, metió todos sus referentes en la coctelera e intentó destilar estilo genuino, pero el emerger de un amor ibérico lo llevó a trasladarse a España durante casi cinco años y fue allí donde el escritor ordenó su babel creativa.



Un artista sensible y humilde


E: Contános, ¿cómo fue el transitar de tus obras en España?

DC: Bueno, Desmesura estuvo dos años en cartel, la segunda parte - que es La estrategia del escarabajo - la llegamos hacer muy poquito y Océano, que cierra esta trilogía, aún no fue estrenada. Estas dos son las que espero hacer el año que viene con el mismo elenco de actrices que son mis chicas amadas, Checha Amorosi, Viviana Suraniti y Alejandra Feudal.

E: ¿Qué se cuenta en La estrategia del escarabajo?

DC: Allí se hace hincapié en la historia de un amor sólido, de dos chicas que se enamoraron en la infancia y vienen de clases sociales diferentes; ahí está desarrollado el paralelismo que hay con los personajes de Pablo y Manuel. La obra tiene un desenlace que también resuelve la historia de la pareja masculina. Es decir, en Desmesura se hace foco en el conflicto de las dos relaciones, en La estrategia del escarabajo ese conflicto se resuelve, ese triángulo amoroso ya no aguanta mucho más tiempo y le da otra vuelta desde la ficción a la realidad que plantean Pablo y Manuel; se explica por qué ese amor es tan resistente, qué te hace pensar que podes pasar toda tu vida con una persona. Entonces, así como Desmesura es una comedia con melodrama, La estrategia del escarabajo es un gran drama.

E: ¿Y Océano?

DC: Es una comedia. La historia del personaje de Luz, diez años después, que suma un nuevo relato indagando en el universo transexual, pero desde un lugar de mucha sensibilidad. Y me parecía muy original y que nunca se había tocado en el teatro con profundidad. En España hay mucha más apertura al respecto, trabajan en instituciones públicas gente transexual y me parece genial.

E: Y editaste tu primer libro de teatro…

DC: Es una edición muy humilde de Desmesura en su versión española. Lo hice en una visita donde mis
hermanos vieron el montaje, les encantó y se emocionaron mucho por todo lo que significa a nivel personal. Una historia tan arriesgada y lo valoraron mucho. Mi familia es un ejemplo de tolerancia e igualdad. Siempre tomaron mi condición sexual con mucha naturalidad, y como yo tuve esa suerte quería compartir esta historia con quienes les cuesta un poco más transitar esta elección de vida.
Si bien Desmesura diagrama su narración en los núcleos conflictivos de dos historias con temáticas de diversidad sexual, en este caso de gays y lesbianas, lo elevado y significativo de Darío Cortés es haber logrado una multiplicidad semiótica mediante la cual el espectador puede elegir el signo que más le conmueva o perturbe para hacer su propia resignificación.


Lanzamiento del libro "Desmesura" en Argentina

E: ¿Creés que has levantado banderas en el colectivo LGTB?

DC: Mirá, yo no quería levantar ninguna bandera, pero al final la gente del palo me dice que lo termino haciendo y de la mejor manera. Gente que quiero mucho y respeto como Juan Britez, Osvaldo Sabino, que es un grande y el día del estreno me hizo llorar cuando me dijo: “Yo te felicito, pibe, porque no sabés lo difícil que fue ser puto en los setenta, y porque podes contar esta historia desde la libertad y con esta sensibilidad”.
Lo que el periodista y dramaturgo Osvaldo Sabino le detallaba a Darío Cortés sobre la sensibilidad de la obra, tiene un gran referente que transita sobre todo al comienzo cuando el personaje de Manuel, que también interpreta Cortés, comienza leyendo lo que es un homenaje a la poética de la escritora británica Sarah Kane, una gran influencia para el dramaturgo quilmeño.

E: ¿Cuándo te involucraste especialmente con el universo creativo de Sarah Kane?

DC: Yo había leído Crave y 4.48 Psicosis. En un viaje a Londres fui al Globe Theatre, el teatro de Shakespeare, lo cual para mí fue sublime en ese momento, me crucé con una dramaturga italiana mientras hacíamos la visita guiada; y me comentó que en un lugar medio under cerca de allí una discípula de Sarah Kane daba un curso en un workshop. Sin dudarlo, me anoté.

E: ¿Qué podés enfatizar de esa experiencia?


DC: Haberme enterado de una fuente directa cómo escribía Sarah Kane. De hecho, el lugar era un antro, con olor a pis de gato, pero ella escribía en sitios como ése porque era su universo. Ella era hija de cultos pero una gran hippie. Entonces, esta discípula de Sarah nos empezó a enseñar desde la teoría que ella utilizaba, que no quería que la consideraran ni una maestra ni una creadora porque simplemente escribía desde su singularidad. Los ingleses la denominaron “la dramaturga del teatro descarnado”. No tienen ninguna otra autora que escribiera con un techo abierto como ella, ni siquiera es comparable con Oscar Wilde. También nos contaba que Sarah no escribía cuando tenía los efectos de los psicofármacos sino cuando tenía los síntomas. Porque decía que, cuando estaba bajo los efectos de la medicación, era como que sus demonios y pasiones estaban dominadas y que no era ella. Estas revelaciones me volvieron loco.

E: ¿Quedó algo documentado de ese workshop?

DC: Nos hizo escribir un monólogo desde algo verdadero, acerca de una persona que quisiéramos mucho y que tuviéramos miedo de perder, detallando una lista de cosas que nos enamoraran de esa persona y cosas que nos doliesen. Nos expresaba que conectáramos mucho con el dolor que nos producía perder a esa persona. Y yo, que venía de una separación, imaginate lo que fue esa experiencia para mí. Ella nos planteó este ejercicio para que nos introduzcamos en la poética de Crave que es su obra emblemática.

E: ¿Cuál fue la devolución que te hizo esta discípula?

DC: Me dijo que “si Sarah estuviera viva le encantaría lo que escribiste porque ella decía que el amor es un monstruo que oscila entre lo cotidiano y lo profundo”. Esto me llevó a signar el comienzo de Desmesura de esta manera, entre lo coloquial y lo romántico.
  


"Hoy debo decir que soy feliz"

E: ¿Cómo sintetizarías esta obra?

DC: Es la historia de un amor sosegado y consciente. Contada desde los sentimientos a veces tan claros, a veces tan confusos, que todos hemos sentido alguna vez. Mi gran desafío fue contar algo diferente, desde otro punto de vista y con una ruptura también en la forma.
Hay un momento culminante de la obra en la que las tres actrices de Desmesura interpretan cada una un monólogo mediante el cual se presentan e interpelan al público, rompiendo la cuarta pared para concluir con una pregunta retórica acerca de la posibilidad de la felicidad.

E: Y vos, Darío Cortés… ¿sos feliz?

DC: Estoy en un proceso de intentar ser feliz conmigo mismo y eso lleva muchas batallas. A mí me gusta, cada vez que hablo de felicidad, recordar una frase de Jorge Luis Borges que decía: “Uno es feliz en cachitos, por etapas y en momentos”. Más perfecto no lo podía escribir. Hay que saber definir que ser feliz no es algo absoluto. Hoy me toca ser feliz con este proyecto que me llena desde lo profesional, ser feliz por volver a mi país y reencontrarme con mis afectos; quizás en lo personal no tanto y estoy aprendiendo de los errores. Pero Borges completaba su idea diciendo que “hay que aprender a poder decir que sos feliz en algo, aunque no lo seas en todo, también hay que decirlo”. Entonces, hoy debo decir que sí soy feliz.

Cortésmente






“Mi próxima obra es Alfonsina, un proyecto para este verano que homenajea a todas las mujeres, reunidas en una sola: Alfonsina Storni. La poeta de origen pobre que robaba libros porque su familia no podía comprárselos, la feminista, que se vino del interior a Buenos Aires con un bolsito, un hijo y apenas 20 años. Una mujer que amaba la vida, el arte y disfrutaba mucho del teatro. Quiero con esta obra mostrar su parte más luminosa, su sentido del humor, su lucha, su intensidad, pero sin tanta oscuridad. Por lo que más sufría ella es por la mirada del hombre hacia la mujer, así que esta bueno que un hombre aporte su punto de vista sobre esto. Una especie de acto reparador. La obra está en etapa de construcción y va a estar buenísima. Alfonsina estará interpretada por Viviana Suraniti. Es también un homenaje y agradecimiento a mi primer profesora de teatro Claudia Dessy que estudio con Storni en el Lavardén”.

***

Darío es un gran cinéfilo y tambien esta coqueteando con ese maravilloso arte, aquí les dejamos su primer cortometraje " The Baby from Israel" para que lo disfruten con la piel erizada...



***


"DESMESURA" (1ra. parte de la Trilogía: EL AMOR DESNUDO)
Algo de la trayectoria de la obra en ESPAÑA
"Desmesura" - Se estrenó siendo Obra Seleccionada para V Festival Internacional LGTB 2009 en Madrid, Festival IDEM (Andalucía, Córdoba) / Festival audiovisual LGTB Málaga 2010 / Certamen de nuevos creadores BILBAO 2010 / Fue premiada en X Certamen de Teatro San Juan Evangelista (España 2010) y realizo temporada en salas circuito de teatros alternativos de Madrid en TEATRO NUDO, SALA DT y TEATRO TIS.

ELENCO en ESPAÑA:

Jose Casasús (Manuel)
Angel Bayon (Pablo)
Sandra Amade (Mia)
Martina Rey (Marisa)
Jennifer Reina (Luz)
Renato (Renato)

ELENCO en ARGENTINA

Darío Cortés (Manuel)

Francisco Ortiz (Pablo)

        


Checha Amorosi (Mia)
Viviana Suraniti (Marisa)
Alejandra Feudal (Luz)
Renato (Renato)

Dramaturgia y Dirección: DARÍO CORTÉS

Teatro El Piccolino
Fitz Roy 2056 – Palermo
Viernes 22hs








Fotografías: Eva Cerqueira y Ezequiel Demaestri



* Esta nota ha sido publicada en el sitio La Voz Joven :

http://www.lavozjoven.com.ar/?q=contenido/entrevista-al-director-dar%C3%ADo-cort%C3%A9s

No hay comentarios:

Publicar un comentario