viernes, 13 de enero de 2012

Entrevista a Juan Minujin

Un personaje neurótico,
un actor sensato

 



Por Charly Zarate

Acaba de estrenar como director “Vaquero”, su ópera prima, en la que también actúa y con la que abrió, con notable éxito de público y críticas, el BAFICI de este año. Una película en la que se exterioriza desde la interioridad del protagonista las inseguridades, frustraciones y crisis existenciales del oficio del actor, dilemas que se extienden a otros seres que buscan ocupar un lugar de éxito y popularidad. Indagamos su universo creativo en una charla íntima con La Voz Joven.



CZ: ¿Qué fue lo que te impulsó a la actuación?
JM: Al principio mi madre me llevaba mucho a ver teatro, una obra de adultos que me incentivó fue "Postales argentinas", de Ricardo Bartís. Yo tenía 15 años, me encantó y volví a verla. A partir de ahí le pedí a mis padres que quería estudiar teatro y me anotaron en El Excéntrico en los cursos para adolescentes que daba Cristina Banegas. Luego intensifique mi formación con Alberto Ure, Pompeyo Audivert y GuillermoAngelelli.
CZ: ¿Tus padres estaban relacionados con el arte?
JM: No, nada que ver. Mi madre es socióloga y mi padre matemático. Pero consumían mucho arte y estaban involucrados, aunque no era una familia de artistas ni siquiera en el entorno.
CZ: ¿El tema de portar un apellido reconocido te abrió algunas puertas?
JM: La verdad que no. Marta es artista plástica y estaba en otro ámbito. Tampoco tenía mucho vínculo con ella al principio, hoy quizás si un poco más. Pero básicamente son dos áreas muy separadas.



CZ: ¿De qué manera llegaste al grupo de teatro-danza El descueve?
JM: Hice una audición. Ellos querían integrar a dos actores invitados, uno ya lo tenían que era Daniel Cúparo. Buscaban alguien con mucho entrenamiento físico, yo había hecho seminarios en Londres con Philippe Gaulier, profesores de Theatre de Complicite y bailarines de DV8, y trabaje mucho el cuerpo con Gullermo Angelelli, lo cual me sirvió para que me eligieran.
CZ: ¿Cómo fue esa experiencia?
JM: Espectacular. A nivel formativo me disparo para otro lado al que yo no estaba acostumbrado a trabajar. Desde un lugar distinto que no era lo narrativo o expresivo desde la actuación sino que era mucho más abstracto. A nivel narrativo me abrió la cabeza sobre cómo se puede relatar diferentes cosas y emociones desde otro lugar. El primer espectáculo que hicimos juntos “Hermosura”, tuvo particularmente mucha repercusión y luego vino “Parito feo”, también con gran éxito.


"El pasado es un animal grotesco", escena junto a Pilar Gamboa

Su paso por El Descueve lo instalo en un lugar de reconocimiento tanto en el teatro con obras como “Sucio” o “El pasado es una animal grotesco”, con la cual desde el año pasado lleva una intensa gira por las ciudades más importantes de Europa; así como también en películas como El abrazo partido, de Daniel Burman, Un año sin amor, de Anahí Berneri, Sofá cama, de Ulises Rosell, Ciudad en celo, de Hernán Gaffet, Zenitram, de Luis Barone o Eva & Lola, de Sabrina Farji . Más cerca en el tiempo, se lo pudo ver en televisión, en la segunda temporada de la serie Epitafios, junto a Julio Chávez y Cecilia Roth con quienes volvió a trabajar en el unitario Tratame bien.

CZ: ¿Con que trabajo sentiste que estabas transitando un punto de inflexión en tu carrera?
JM: Creo que “Un año sin amor”, de Anahí Berneri, donde fue mi primer protagónico. Siento que ella me abrió al mundo del cine. Luego de eso dirigí “Guacho”, donde ella también tuvo mucho que ver en el proceso. Realmente el vínculo con Anahí significó un momento de giro muy importante.
CZ: Cómo se conocieron?
JM: A través de los productores Diego Dubcovsky y Daniel Burman. Yo había hecho una participación en “El abrazo partido”, de Burman, y ellos también producían la de Anahí. Hice un par de castings con ella y empezamos a trabajar.
CZ: Un película muy fuerte desde su contenido sadomasoquista. ¿Cuánto conocías de ese universo?
JM: Realmente muy poco. Trabajamos mucho en locaciones reales como bares, cines porno y puntos de encuentro del circuito gay de Buenos Aires en 1996 (donde transcurre la ficción), aunque la película se filmó en el 2006.



CZ: ¿Transitar esas locaciones te sirvió para ir encontrando ese personaje tan oscuro que te toco asumir?
JM: Totalmente. Hicimos mucho scouting. Fuimos al fierro leader que es un grupo sadomasoquista donde participaba Pablo César, el autor de la novela. Realmente fue bárbaro. Pocas veces repetí ese trabajo previo en una película.
CZ: ¿Qué es lo que intentaba contar “Un año sin amor”, además del diario íntimo del escritor en el cual se basa?
JM: Lo que tenía de interesante la película es la mirada sobre alguien que era HIV positivo no victimizado. La novela es buenísima, incluso tiene mucho más humor que la película que es bastante oscura y dramática.
***

CZ: Hay un momento previo a la elaboración de tu opera prima y es el cortometraje “Guacho”. ¿Cuál fue el dispositivo de creación que puso en marcha este trabajo?
JM: En realidad tenía muchos textos que había escrito, pero después de hacer “Un año sin amor”, tenía la idea de trabajar sobre todas las cosas que piensa un actor mientras actúa. Tenía un borrador donde me imaginaba el recorrido de un actor que sale de su casa, llega al teatro, se cambia, actúa, sale del teatro, vuelve a su casa y termina el recorrido. Pero lo filme de una manera no lineal y en forma de bloques un poco más experimental. No tenía ninguna pretensión narrativa sino que eran impresiones de lo que le pasaba a un actor en ese momento, y contado con grandes elipsis. Lo edite en la computadora muy caseramente y se lo mostré a Anahí, le gustó y me hizo una devolución constructiva. Eso me impulsó alquilar una cámara de 16mm y filmar el corto que dura catorce minutos. Llame a varios amigos con los cuales había trabajado y lo grabamos en un día y medio.
CZ: Uno de los recursos utilizados es la voz en off. ¿Fue concebido en paralelo al boceto del guion?
JM: En cierta manera sí. A mí me gusta mucho el recurso de la voz en off. Hay grandes detractores de la voz en off en cine, pero como no tengo una formación académica la elijo sin prejuicios. Para mí es un elemento interesante desde lo narrativo y expresivo, creo que funciona muy bien.
CZ: ¿Cómo decidiste extender ese corto y transformarlo en un largometraje?
JM: A “Guacho” le fue muy bien y Diego Dubcovsky me dijo que si en algún momento quería hacer algo más largo y seguir desarrollando la idea del corto, que contara con él para producirlo. Paso un tiempo, me puse a escribir con mi hermano y llegamos a la historia de este actor que plantea “Vaquero “, donde el núcleo narrativo es más extenso. Aquí Julían Lamar es un actor argentino que intenta conseguir un papel en un western norteamericano que se filmará en Argentina.
CZ: En “Guacho” hay planteos más existencialistas que en “Vaquero”. ¿Lo ves así?
JM: Totalmente. El personaje en “Vaquero” ronda más lo neurótico, su cabeza lo va devorando de a poco, y en “Guacho” hay algo más existencial, con más preguntas con respecto a su familia, su sexualidad, las mujeres y a su vida.


    

                      

                                                                                  "Hago pie en la actuación"

CZ: ¿Y cuánto de autorreferencial encontras?
JM: Mucho en ambas (risas). Particularmente en “Vaquero”, me parece que esa neurosis es la mía.
CZ: ¿Te pasó de estar en castings dónde te preguntabas: qué estoy haciendo acá?
JM: Si obvio, me pasa ahora todavía. La diferencia es que yo tengo una vida en la cual no me siento atrapado por esa neurosis que se plantea en la película, la puedo mirar con un poco de distancia, pero esa neurosis la conozco perfectamente. Es también un estadio reconocible por muchos actores. Un lugar de insatisfacción y de querer estar en el lugar en el que no estas, de estar todo el tiempo mirando lo que le pasa a los otros.
CZ: El éxito y la popularidad suelen tener escalas de valores diferentes. ¿Cómo lo medirías?
JM: Me parece que son dos cosas distintas. En la película está planteada la cuestión del éxito no sólo desde la profesión del actor sino también con las mujeres, con lo familiar y afectivo. En cuanto a lo popular creo que interpela a casi todos los actores. Es difícil que un actor no se sienta interpelado por la fama o la popularidad. Pero creo que hay un lugar de la película que es el que ocupa el personaje de Leonardo Sbaraglia, que es una persona popular y exitosa; y lo que intenta llegar a ser el protagonista es eso.
CZ: ¿Por qué elegiste para una ópera prima embarcarte en la locura de dirigir y actuar tu propia película?
JM: La verdad que como es mi herramienta yo hago más pie ahí, me da más seguridad hacer eso que solo estar dirigiendo. Luego en lo técnico fue un poco complicado, detener el rodaje para chequear y esas internas del set. Pero fue divertida la aventura y la filmamos relativamente bastante rápido, fueron cinco semanas.
CZ: ¿Cómo fue co-escribir el guión con tu hermano?
JM: Muy cómodo. Tenemos mucha química y confianza. Él es sociólogo y escritor, un tipo muy creativo, ahora está trabajando como programador y guionista en la señal Paka-paka .
CZ: La película abrió el último BAFICI, y antes de su estreno en Buenos Aires tuvo un cierto recorrido internacional. ¿Por dónde anduvo?
JM: Fue genial lo del BAFICI, un primer encuentro con el público muy intenso. Luego viajo a Toronto y Zúrich durante septiembre, y esperamos que luego del recorrido por Argentina siga en otros festivales.




CZ: Hay un algunos momentos de crisis internas que sufre el personaje acerca de su oficio de actor en relación con los trabajo que le toca transitar. Imagino que es un lugar común para muchos actores…
JM: Si, totalmente. Podes estar con los actores más importantes rodando la mejor película, pero si vos sentís que no estuviste te podes torturar mucho. Me ha sucedido. Aunque igualmente estoy mucho más tranquilo que hace algunos años.
CZ: La recurrente inseguridad del actor…
JM: La inseguridad y la paranoia, de pensar que todos creen que sos un pelotudo y una mierda, pero por suerte me doy cuenta que es una especie de realidad paralela que tengo en la cabeza. Todo entra en un discurso y neurosis paranoica, de llegar a pensar hasta cuando te vienen a felicitar después de tu obra “en realidad le gusto tan poco que está disimulando”. Por un lado eso, pero también disfruto mucho de hacer lo que hago y me divierto hasta con los fracasos.



"Trato de no tomar decisiones especulativas"

                                                                                                                                         

CZ: También el actor transita otra crisis que tiene que ver con sus altibajos laborales. ¿Cómo te manejas con eso?
JM: Para mí no tiene tanto que ver con lo económico, la verdad que desde muy chico que vivo de la actuación y nunca hice otra cosa, pero tiene que ver con la idea distorsionada que tiene uno de sí mismo y la idea que tienen los otros de uno.
CZ: ¿Cómo vas orquestando tu carrera?
JM: Trato de no tomar decisiones especulativas, porque no me funcionan. Intento embarcarme en los proyectos que me dan placer y en lo que creo puedo hacer. Las veces que me inserte en proyectos que me “convenían” supuestamente, luego no resultaron para nada. La única conveniencia es actuar bien. Entonces, si uno hace un proyecto porque esta no sé quién y lo van a ver en no sé dónde, pero no tenes una creencia en lo que estas por actuar es muy difícil lograrlo, esto lo aprendí desde muy chico en el teatro.
CZ: Y allí es mucho más crudo por la exposición con el público…
JM: Seguro, porque lo sufrís en vivo, estar haciendo algo de lo cual no estas convencido. Aunque en el cine también te pasa, quizás en el momento no te das cuenta, pero al año cuando se estrena la película y te ves quizás que lo que hiciste no te convenció, allí empieza la tortura.

CZ: ¿Y tu familia te acompaña?
JM: Muchísimo. Laura, mi mujer y mis dos hijas chiquitas son un pilar fundamental desde el amor. Desde el apoyo, yo la película la filme con mi hija menor de seis meses y la mayor de cuatro años.
CZ: ¿Tu mujer es actriz?
JM: Nooo(risas), es psicóloga. Por suerte hablamos de otras cosas y tiene una cabeza diferente para pensar. En general las actrices y los actores esta metidos en una especie de egotril muy particular e insoportable que se retroalimentan entre ellos. Si bien es muy divertido hay un momento que te quema la cabeza. Laura tiene otra mirada y a mí eso me aporta muchísimo y me salva.



*VAQUERO*



Esta semana la podes ver en varias salas de Buenos Aires
entre ellas:

Espacio INCAA Km 0 Gaumont
Av. Rivadavia 1635
4371-3050


http://www.lavozjoven.com.ar/?q=contenido/entrevista-con-juan-minuj%C3%ADn

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