viernes, 13 de enero de 2012

Entrevista a Leo Bosio



Por Charly Zarate


El actor, director, dramaturgo y coreógrafo Leo Bosio está promediando un año de prolíficos y exitosos proyectos. Mientras ensaya su nueva obra Dixit Napoleón, donde será dirigido por su amiga Florencia Peña - con quien también comparten trabajo televisivo en Sr. y Sra. Camas -, protagoniza la atrayente obra Eh…no sé cómo decirlo que es parte del Colectivo de Teatro Musical (CTM), agrupación que lo tiene como uno de los principales impulsores. Transitamos juntos su desmedida pasión por el teatro.


E: ¿Cuándo te instalaste en Buenos Aires?
LB: Llegué de Rosario el 8 de enero de 1997. Lloré todo el viaje. Igual no vine solo, me traje a doce amigos y compañeros de teatro con quien nos instalamos en Buenos Aires. A los diez había empezado a estudiar teatro en el colegio, era muy fantasioso y allí encontraba todas las justificaciones. Luego surgieron los intercolegiales de teatro, la Escuela Municipal Lavardén y la incursión en la comedia musical en el teatro El círculo, donde me becaron y pasé a ser integrante del elenco estable, allí se generaron los vínculos con muchos de mis actuales amigos.
E: ¿Cómo llegaste a contactar a Franco Zeffirelli?
LB: Tenía un amigo que se había ido a vivir a Italia y lo había conocido en una ópera, porque él es reggiseur de ópera y director de teatro, luego se hizo famoso con el cine, y estaba dando un seminario internacional de interpretación actoral. Así que le mandé mis datos por carta - ya que era 1996 y aún no usábamos internet -, me respondió y me fui seis meses a Nápoles. Una experiencia muy interesante, Zeffirrelli es un tipo super divertido, un personaje atómico.
E: Estudiaste con mucha gente. ¿Quién te marcó desde la formación?
LB: Sin dudas, Raúl Serrano es el verdadero ejemplo del maestro que deja una herencia. Para mí un maestro es el que te da herramientas de trabajo, en este caso para actuar, y Raúl quizás no genere tanto una estética pero la herencia de él es inolvidable; desde su técnica un poco neurótica de las acciones físicas y todo su trabajo minucioso de Stanislavsky y Grotowski , con toda la línea comunista de la actuación, concebía cosas muy simples y prácticas desde un lugar didáctico que es imborrable.
E: Creo que hay muchos profesores y pocos maestros...
LB: Exacto. Y otra fue Norma Aleandro. Hice un taller de dos años y fue una bendición porque ella no da muchas clases. Con Norma se tornó todo más visceral y experimentando más desde el campo de lo imaginario y la desafectación. Recuerdo que una vez tuve que hacer un ejercicio tipo monólogo, y ella me gritaba: “Basta de show off, no actúes show”. Era una premisa que ella tenía: “El teatro es el rito, pero no seas el rito”. Uno quiere ser el teatro y sólo es una parte del suceso teatro.


Junto al elenco de Sr. y Sra. Camas
E: Ahora sos parte del elenco de Sr. y Sra. Camas. ¿De qué manera arrancó tu relación laboral con Florencia Peña?
LB: A partir de la amistad. Fue una de las primeras personas que conocí al llegar de Rosario. Me la presentó otro gran amigo, Nicolás Scarpino. En mi primer verano en Buenos Aires, estábamos muy aburridos y siempre íbamos a ver Mamá es una estrella, un musical que hacían juntos. Luego con Nico trabajamos en la película Bajo bandera, y la relación de amistad con Flor se fue intensificando. Además de ser íntimos amigos, la admiro muchísimo porque además de su enorme talento es una gran laburante, al igual que Nico. Y trabajando juntos la pasamos muy bien.
E: ¿Cuándo surge este proyecto?
LB: Ya habíamos trabajado juntos en varias obras, en el 2009 hicimos Flor de palabra, donde realizaba la dirección artística de las aperturas del programa, y ahora cuando se armó Sr y Sra Camas, me convocaron para sumarme no sólo como actor sino también como coreógrafo de los cuadros musicales.
E: Que tienen una estética diferente a todo lo que se ha visto en televisión…
LB: Muy diferente, experimentando un lenguaje coreográfico distinto, en un canal estatal donde estamos realizando la primer producción de ficción que se hace en 20 años. Costó un poco ensamblarnos con la gente del canal, pero lo logramos y estamos generando algo interesante.
E: ¿Cómo te manejas con el elenco en tu doble rol de actor y coreógrafo?
LB: Es un desafío maravilloso, hacer bailar a actores que no son bailarines pero que son unos genios y se entregaron al juego. Además, la mitad son amigos y la otra son monstruos de la actuación que admiro desde siempre; lo cual transforma el trabajo en algo muy placentero. Aunque apelé a los artilugios de disciplina heredados de mi madre docente para poner un poco de orden (risas).


E: Y te tocó reemplazar a Diego Reinhold en su protagónico de la ópera-rock El Pasajero. ¿Cómo se dio eso?
LB: Sucedió que Diego Reinhold a la tercera semana estaba muy cansado por sus otras actividades, yo estaba en el elenco y allí se produjo el enroque. Artísticamente para mí fue genial, la obra ya me había emocionado mucho y tenía lugares muy reconocibles. El personaje era un chico que a los 18 años se va de su casa a recorrer Europa, con inquietudes artísticas, a encontrarse, y todos los sitios donde va pasando lo van condicionando. Es una obra de Broadway, muy hermosa y honesta que originalmente había sido un proyecto independiente y creció de tal manera que arrasó con todos los premios. Se armó el espectáculo en su versión argentina con la dirección de Flor Peña, María Onetto, Ana Frenkel y Mariano Otero, cada uno conduciendo desde la actuación, la danza y la música.
E: ¿Qué te fascina de la danza como arte?
LB: Con la danza me pasa que me siento actor expresándome, no me conmueve el virtuosismo sino el lenguaje genuino del movimiento. El cuerpo dice, gestualmente uno está diciendo todo el tiempo. La energía, la tensión y la velocidad del cuerpo hablan muchísimo y ahí es donde la danza juega con la elasticidad, la expresión y la atomicidad, pulverizando la matemática del movimiento.
E: Sumaste tu vanguardista potencia teatral con las del director Diego Corán y la coreógrafa Seku Faillace para el proyecto Eh…no sé cómo decirlo, una experimentación atractiva y sugerente con buenos resultados. ¿De quién surgió la idea?
LB: Surgió medio como un juego con Diego, un nuevo amigo y gran compañero que admiro muchísimo por su capacidad de trabajo y entrega que es un placer. Ya habíamos trabajado juntos en El Conejo y Quién es quién. Entonces venía con la idea de hacer un unipersonal, aunque para mí no es teatro porque yo necesito potenciarme con la energía de otro. Pero me propuse probar, y tenía la idea de una carta tras una separación, como material dramatúrgico con la música de Roxette, como la expresión del estado de este personaje. Diego sumó a Nirvana y así fuimos armando y desarmando esta obra, con la inclusión de las marcas coreográficas de Seku y también incursionando en la actuación.
E: ¿Cuál es el concepto de la obra?
LB: Empecé a investigar las letras y la dicotomía con la música. La idiosincrasia de las relaciones. Y como la música y las letras influyen, también el aforismo de las canciones. Me pareció interesante transformar eso y ver cómo la música forma una cultura acerca de la idea sobre cómo debe ser el amor. Entonces focalizar en las relaciones binarias de la amistad y las parejas, para empezar a desandar esas letras y melodías que pulsaban para tener amigos o estar de novios. Todo esto cruzado con la dinámica del videoclip.

Equipo creativo de "eh...no sé cómo decirlo":
Leo Bosio, Seku Failace y Diego Coran

E: Confieso que tuve cierto prejuicio antes de ver la obra y pensé al ver el flyer que se trataría de una banal obra pasatista de adolescentes. Pero realmente salí trasformado del teatro al verla.
LB: Qué bueno que me lo digas, porque por un lado hubo algo ambicioso en Eh…no sé cómo decirlo y a la vez de buen karma. Lo ambicioso era claramente que, de lo que Diego y yo veníamos escribiendo y dirigiendo, teníamos la pulsión real de generar una obra con un lenguaje y personajes reconocibles. Hay una impronta en la que coincidimos con Diego de recuperar el rito del teatro. Para eso hay que lograr que el teatro invite y refleje. Porque viste que hay una tendencia en el artista a cerrarse y alejarse de lo popular. Ser popular empezó a ser emparentado con lo vulgar, entonces se comenzaron hacer obras no populares para no caer en esa falsa idea de vulgaridad. Y con Eh… dijimos: “Vamos hacer una obra popular”. La idea fue entregarnos a ese rito del teatro, que no sé bien cuál es, pero iba por ese lado. Yo tengo 35 años y puedo decir que hace veinte que hago teatro profesionalmente. Sentía que en los últimos años estaba el acento más puesto en la búsqueda, en el proceso creativo y en el laboratorio del teatro, que en el teatro. Esto me llevó a reflexionar que era una actitud onanista, poner tanto acento en el ensayo y el teatro es lo que pasa en el teatro mismo. Con Diego nos propusimos recuperar de nuevo el ámbito de lo teatral, porque cuando actúas, lo que te sucede en el ensayo nunca sucede en la función.
E: ¿A qué apelás cuando tenés que componer un personaje?
LB: Lo más importante es la línea emocional e intelectual del personaje, así como también la corporalidad y el campo imagen. Y después el aquí y ahora, que es el botón mágico de la actuación, eso lo vivencié intensamente cuando entrenaba con Javier Daulte. Hay que cargarle toda la información al personaje y después activarlo.
E: Y has activado el dispositivo creativo para construir roles de figuras históricas…
LB: Me encanta la historia. En ¡Mueva la Patria!, el musical de la revista Barcelona, donde hice de San Martín, de Roca, de Sarmiento, fue un gran entrenamiento también.
E: No debe ser fácil llevar a escena este tipo de personajes.
LB: Es más difícil por el prejuicio de la mirada que por hacerlo. Hay demasiado prejuicio con los hechos y personajes históricos. Cuando estaba escribiendo la historia de mi nueva obra sobre un personaje histórico, reflexionaba acerca de eso. Qué contradicción la idiosincrasia del argentino, que es tan analítico, se psicoanaliza y se busca para comprender su presente pero peca de ignorante al no intentar desmenuzar el pasado. Yo siento que desde mi expresión tengo que comprometerme. Porque, ¿quién avala cuál es la mirada más autorizada? Esto lo vivencié en diciembre del 2001 cuando estaba quemando goma en Córdoba y Medrano, marchando a la Plaza de Mayo, el 20 mezclado con las gases lacrimógenos, un motoquero que gritaba “se fue De la Rúa”, eso me impactó mucho. Yo estaba allí como cualquier personaje de un libro de historia.


La revolucion...epica saga, de Leo Bosio
(foto . manuel abramovich)


E: ¿Cómo se llama tu nueva obra y de qué trata?
LB: Estoy comenzando con los ensayos de Dixit Napoleón con dramaturgia y actuación mía, junto a Guillermina Caro, con música de Fran Ruiz Barlett y la dirección actoral de Florencia Peña, pensamos estrenar el año próximo. Y se trata de Napoleón Bonaparte, primero como ícono carismático de la historia universal y luego como colectivo inconsciente de ideas acerca de la locura del poder, que lo estigmatizaron y un poco desandar ese lugar donde lo colocaron como déspota.
E: ¿Qué recorte histórico hacés?
LB: Justamente la idea de “dixit” se refiere a las tres últimas palabras que dijo antes de morir: Francia, el ejército y Josefina; y va por esa línea conceptual. Francia como lo ideal, el ejército como la acción del poder y Josefina el amor. Además, incorporo un concepto plástico para la elaboración de la dramaturgia partiendo de tres cuadros reconocidos que son el de La coronación de Napoleón, La campaña de Egipto y La abdicación de Josefina.
E: Se nota que has investigado mucho. ¿Crees que nos llega una información muy de manual acerca de los personajes históricos?
LB: Totalmente. En el caso de Napoleón, creo que es el desencadenante de todo el mapa político actual. A partir de él se emancipa toda América, con su idea de conquistar España hace que ésta pierda presencia en América, por su parte Inglaterra comienza a generar los focos de invasión en nuestro continente y tras estas batallas se construye la hegemonía americana. Por todo esto, Napoleón Bonaparte es el personaje que hace que el mundo occidental cambie.
E: Un amigo tuyo actor y director teatral como Ezequiel Tronconi te ha convocado para el entrenamiento actoral de su elenco en la obra que estrena el próximo viernes “Que bueno que estés acá”. ¿Cómo lo transitaste?
LB: Muy linda experiencia, trabajar con un elenco de una entrega emocional y confianza extrema como Dalma Maradona y Victorio D´Alessandro, Sergio Podeley , Ezequiel Tronconi y Hilen Roson. Entrenarlos desde la dinámica física del teatro ya en un estado de ensayos avanzados con un material súper maduro de dramaturgia de Ezequiel. La idea de disponer al trabajo a un elenco es muy gratificante porque y al no estar tan involucrados con el proceso intelectual de los ensayos se goza de una impunidad que te hace ver matices e intenciones que enriquecen mucho al trabajo del actor.
E: Otro ámbito de entrega absoluta y capitalización humana es el que armaron con el Colectivo de Teatro (CTM). ¿Cómo surgió?
LB: Podríamos decir que surge como un grupo anarquista a partir de la necesidad de trabajar en equipo con la gente que estamos haciendo el nuevo teatro musical. Nos juntamos el año pasado, la primera reunión la hicimos en mi casa, y a partir de allí arrancamos a generar vínculos en diferentes líneas y hoy estamos bien instalados con mucha energía focalizada en seguir promocionando y difundiendo el teatro musical. Yo hago teatro y necesito que la gente vaya al teatro, por eso nuestro lema es: “Ver teatro es hacer teatro”. Un poco la idea también es esa, que la gente que va a ver La Parka, se entere que en ese mismo teatro los viernes a las 22 hs puede venir a ver Eh…no sé cómo decirlo y decirle que en el Cubo está La carnicería, por ejemplo. Generar otro ámbito de difusión e interconectarnos con un lenguaje unificado.
E: ¿Quiénes lo conforman?
LB: Por suerte somos cada vez más, pero en los impulsores fuimos Diego Corán, Facundo Rubiño, Pedro Velásquez, Matías Puricceli, Franz Ruiz Barlett, Damian Mahler, Mariano Tacani y Leonel Franccezze, como productor amigo.

Parte del grupo CTM
E: En abril realizaron con gran repercusión el Festival Latinoamericano de Teatro Musical. ¿Cuál es el próximo evento de este tipo?
LB: El 9 de octubre realizaremos en el teatro El Cubo “CTM Intervenido (Ensayo Abierto)” una jornada de ocho horas con ensayos de obras intervenidos por grandes directores, charlas, debates y muchas sorpresas.
E: Veinte años de carrera profesional, haz hecho y estás haciendo de todo: actuar, escribir, cantar, entrenar, coreografiar, producir, dirigir… ¿Por dónde sigue tu búsqueda y crecimiento artístico?
LB: Siento que hay mucho camino, por ahí quiero investigar y profundizar más en la escritura pero lo veo como una totalidad. Un modelo sería Shakespeare que era actor, dramaturgo y director, salvando las diferencias y apelando a la admiración que siento por este monstruo del teatro ese sería mi faro.


Donde ver a Leo Bosio en teatro

Eh...no sé cómo decirlo
Teatro Tabaris
Corrientes 829
Viernes 22:30
                                                       

http://www.lavozjoven.com.ar/?q=contenido/leo-bosio-hay-que-recuperar-el-ritual-del-teatro

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