Por Charly Zarate
El dramaturgo, actor y director teatral Matías Vitali nos presenta Cruzando la ventana, una excelente comedia dramática con tintes de thriller psicológico acerca de los miedos a vivir otras realidades que atormentan a una familia encerrada en sus propias miserias cotidianas y autodestructivas.
¿Es tú casa el verdadero refugio de la malicia universal? ¿Se puede vivir aislado, ser feliz y no morir en el intento? ¿La autosuficiencia afectiva es la solución al dolor que nos produce vincularnos? Algunas de estos interrogantes se instauran en el inconsciente colectivo , aunque la astuta dramaturgia de Matías Vitali no solo rechaza todo tipo de respuesta implícita sino que abre el juego a una multiplicidad de interrogantes.
La ventana es la gran metáfora que atraviesa toda la historia de esta familia. La ventana es el límite que los separa de la realidad, porque lo que sucede dentro de esa casa todo el tiempo nos lleva a una puesta en abismo, al caos absoluto. La obra va in crescendo hasta lograr un clímax absolutamente delirante pero sin perder el foco en lo dramático. Cada escena nos va colocando en diferentes estados y eso le da un ritmo tan armonioso y llevadero que las dos horas de duración se digieren con placer.
Juan Martin (Matias Vitali) es un joven con una patología sexual muy peculiar que vive encerrado en su propio mundo interior, dentro de su casa, sin tener ningún contacto con el mundo más que con su “niñera” (Alejandro Souto) y sus padres, hasta que la irrupción de una prima desencadena el conflicto. Quizás la infiltración de esta otra realidad lo exaspera tanto que logra inestabilizarlo. Pero quizás tampoco esto sea tan así. Es que en esta obra nada de lo que veamos puede ser confiable, no hay una realidad ni un significado, por suerte, y esto conforma uno de los rasgos más interesantes de esta propuesta: la multiplicidad de sentidos.
Otro hallazgo es la introducción alegórica de las pantuflas como símbolo condenatorio de la soledad que transitan estos personajes. En el caso de Juan Martín el no usa otro calzado que no sea pantuflas. Y las pantuflas no viajan, no corren, no se lucen sino que vegetan en la interioridad cotidiana de todos. Las pantuflas deambulan buscando evadirse de lo que hay más allá de la ventana, más allá de esa realidad que eligieron no vivir. Trasladar esto semánticamente nos enfrenta a la elección de tomar las pantuflas para siempre o dejarlas dormir debajo de la cama, eso depende de cada uno.
La puesta en escena está cargada de objetos y mobiliario, con un aprovechamiento del espacio escénico bien logrado. El trabajo actoral alcanza en su conjunto buenos resultados, pero hay que destacar la impecable interpretación tanto de Matías Vitali como Juan Martin y de Alejandro Souto que sorprende con su gran histrionismo componiendo a Nany, la “niñera” asesina.
Esta obra tiene un grado de profundidad asombrosa, aca planteamos algunas lecturas posibles pero seguramente hay mucho para descubrir en esta excelente joya del teatro off. Ahora dependera de cada uno si guardan las pantuflas debajo de la cama y se animan a travezar la ventana.
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Matias Vitali recuerda que desde que estaba en salita de cuatro en el jardín que ya su fantasía teatral atrapó su espíritu creador. La adolescencia la transito involucrado en su formación tomando cursos con Andrea Garrote, Popmpeyo Audivert y Raul Serrano, trabajando en tres líneas bien diferenciadas que consolidaron un hibrido muy enriquecedor que potencio su intensidad teatral. Esto puede reflejarse en el estreno a los 18 años de su primer obra como dramaturgo, director y actor, "El Hansel y la Gretel", logrando un experimento de género combinando en escena el lenguaje del infantil con la profundidad dramática.
Tras varias obras estrenadas, recién con Cruzando la ventana logra romper los prejuicios que lo invadían por considerarse un joven dramaturgo abriéndose camino solo, en un circuito que " muchas veces libera y otras condiciona la precocidad creativa", asegura Vitali.
E: ¿A partir de que idea surgió la escritura de la obra?
MV: Fue un poco involuntario cómo se me apareció la idea de la obra. Partí de esa idea de totalidad e inmensidad en pensar que yo estoy en mi casa entre cuatro paredes con esta computadora y mi hoja en blanco, y afuera hay mil millones de personas haciendo simultáneamente cosas tan diferentes. Esto me dio la pauta de que hay tantas visiones y miradas, que es imposible pensar en que hay una sola la verdad unificadora. Entonces trate de escribir algo que uno no pueda saber cuál es la verdad de la obra y que uno busque ese sentido a través de las diferentes miradas de los personajes. Después apareció la idea de la ventana, que simboliza la visón que uno tiene del mundo es esa visón acotada por el marco de una ventana; y muchas veces uno se queda ahí encerrado en ese mundo interior y creo que estamos necesitados de ampliar nuestro espectro.
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Ficha técnico artística
Dramaturgia: Matias Vitali
Actuan: Valeria Ariosto, Fernando Caron, Alejandro Souto, Daniela Vacas, Matias Vitali
Vestuario: Matias Vitali
Escenografía: Matias Vitali
Realización de escenografia: Sebastian Toledo
Realización de vestuario: Sebastian Toledo
Diseño gráfico: Fernando Caron
Asistencia de dirección: Facundo Leiva
Producción general: Alejandro Souto
Puesta en escena: Matias Vitali
Dirección musical: Matias Vitali
Dirección general: Matias Vitali
Web:
http://www.cruzandolaventana.blogspot.com
LA RATONERA CULTURAL
Av. Corrientes 5552 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 48572193
Web:
http://www.laratonera.com.ar
Entrada: $ 40,00 y $ 25,00 - Domingo - 18:30 hs - Hasta el 25/09/2011
http://www.lavozjoven.com.ar/?q=contenido/entrecr%C3%ADtica-de-cruzando-la-ventana
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